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Actualizado: 08 mar 2017 / 09:34 h.
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  • Nos están asesinando

El año que acaba de comenzar, está siendo especialmente cruel en lo que asesinato de mujeres a manos de sus parejas o exparejas se refiere, las mujeres han caído durante el primer trimestre de 2017 como moscas.

Da igual la edad que tengas, si eres joven, si eres una mujer madura o una anciana que llevabas a lado de tu marido 40 años, si eres rica o pobre, desempleada o ejecutiva porque como si de una epidemia se tratara, las mujeres están siendo asesinadas.

Para descifrar el misterio del asesinato, no hace falta acudir a ningún detective afamado porque todos estos crímenes se están produciendo con un patrón similar: todos eran parejas o exparejas de las víctimas, muchas de ellas los habían denunciados, todos habían convivido con las victimas...

A menudo, he pensado en el efecto que me produjo ver a más de un millón de mujeres en EEUU salir a la calle a reivindicarse frente a los insultos y vejaciones dedicados a la mujer por el recién elegido presidente Trump mientras echaba de menos un movimiento similar en nuestro país, en el que las mujeres y los hombres saliéramos a la calle para reivindicar la igualdad real y contra los asesinatos de estado que supone la violencia machista en España.

Hace pocos días un gran número de personas desde la puerta del sol de Madrid gritaban «Nos están asesinando», era el grito de guerra de mujeres y hombres que cansados de escuchar que se trataba de muertes, querían manifestar a los cuatro vientos que de muertes nada, que no se puede abrir más telediarios hablando de otra mujer muerta porque se trata de asesinatos, que estamos ante terrorismo de estado y basta ya de poner letras menudas y de no llamar a las cosas por su nombre, estamos ante a un problema que esta sociedad tiene que afrontar de una vez por todas.

Los manifestantes de la Puerta del Sol, fueron para apoyar a ocho feministas, en huelga de hambre que protestaban por el insoportable dolor que está provocando el terrorismo machista en las mujeres y en las hijas y los hijos de las víctimas.

Pero el grito de cientos de mujeres que sufren no debe ser silenciado y debe ir más allá de la celebración de este Día de la Mujer Trabajadora que hoy celebramos, del día de la violencia de género, de la pancarta que el 25 de cada mes reivindica en la puerta del Ayuntamiento que Basta ya de Asesinatos Machistas... Ese grito, es un queja necesaria y justa porque mientras otras víctimas de accidentes o atentados son capaces de poner a la clase política de acuerdo para condenar la violencia y postrarse ante los medios de comunicación y exigir cambios de leyes, las mujeres de este país están siendo asesinadas un día sí y otro también y sus señorías no hacen nada por aprobar de una vez por todas una ley integral contra la violencia con los fondos necesarios para acabar con una lacra que nos aleja de vivir una democracia real.

La crisis acabó con los pocos recursos que se destinaban para acabar con esta lacra que nos está matando como sociedad, la falta de recursos acabó con las políticas preventivas, los recortes del gobierno en este tipo de políticas nos dan una idea de lo que significan las mujeres que sufren amenazas machistas para el gobierno del PP.

Nuestros políticos tiene palabras para todo, eso sí, son sólo palabras y por ello repiten como papagayos que es un problema de pedagogía y claro ya se sabe que la pedagogía sólo tiene solución cuando pasan muchas generaciones y se quedan tan panchos a pesar de que quienes los estamos escuchando sabemos sobradamente que lo único que están haciendo es mirar para otro lado.

Todavía no han admitido una realidad que debería ser de primero de política, «que asesinar mujeres es el síntoma de una enfermedad social, un síntoma que como el cáncer se extiende y que irá agravando la salud de nuestra sociedad haciéndose cada vez más agresivo y peligroso y que finalmente si no usamos el tratamiento adecuado, terminará matándonos».

El papel lo aguanta todo y la palabra también pero esto no va de palabras ni de letras, es imprescindible ponerse manos a la obra todas-os para acabar con este nuevo modo de terrorismo. Señores políticos dejen ustedes de hablar de igualdad y pónganla en marcha, dejen de mirar para otro lado y de culpar a otros de sus fracasos y pongan en marcha ya un pacto de estado integral contra la violencia machista o esta sociedad no tendrá remedio.