No es fácil opinar sobre Antonio Zoido y su nombramiento como director de la Bienal, porque es compañero del periódico y, sin embargo, amigo, que diría el poeta. En el Ayuntamiento siguen dando palos de ciegos. Si Zoido era el hombre idóneo, ¿por qué no se le nombró antes? Claro que puede ser un buen director del festival sevillano, aunque no tenga experiencia en estas lides, esto es, en lo de hacer de productor de un festival tan importante. Que una cosa es ser un teórico de lo jondo y otra saber dirigir un monstruo así. Tendrá al clan de la Mistela en la asesoría, Dios nos ampare. Una cosa que no entiendo. Si Manuel Curao estuvo como asesor de Cristóbal Ortega y fue un desastre, ¿qué hace otra vez ahí? Hay que agradecerle a Zoido que haya decidido dar un paso adelante, sabiendo lo que le espera, porque la Bienal está muerta y en manos de personas como Antonio Muñoz, que no lo huele. Lo jondo, digo. Antonio Zoido tiene mucho trabajo por delante y poco tiempo para cerrar una programación decente. Dejémosle, pues, que se ponga el traje de faena y que trabaje.