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Actualizado: 01 sep 2018 / 23:45 h.
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  • Castigo a la clase media

El Gobierno está anunciando, de todas las formas posibles, que los impuestos van a sufrir un aumento considerable. De forma velada, con eufemismos, utilizando fórmulas retóricas imposibles de entender o cargando el discurso de tecnicismos inaccesibles para el común de los humanos. Concretando y con claridad, aún no. Todo ello busca generar la sensación entre la ciudadanía de estar asistiendo a un castigo a las empresas (no parece que sea el momento más adecuado para pedir esfuerzos a las empresas que salen de una crisis catastrófica) y a las grandes rentas, se quiere hacer creer que las clases medias saldrán ilesas y que con esa actitud del Gobierno y sus socios buscan el beneficio de los más desfavorecidos. Y lo cierto es que las clases medias serán las que paguen esas subidas de impuestos. Esta es la realidad que impide un mensaje claro por parte del Gobierno. De una forma u otra, las clases medias tendrán que cargar con esas subidas de los impuestos. Por esta razón, los políticos de Podemos (con grandes aspavientos) intentan que la modificación impositiva se aplique a las personas que ganan 60.000 euros o más, quieren dar la sensación de estar protegiendo a los más pobres y penalizando a los que ganan algo más, pero no es cierto. Si asumen las ideas del Gobierno estarán castigando a las clases medias y a las más desfavorecidas.

Y mientras el Gobierno intenta tener un mínimo de estabilidad a base de ceder y claudicar, la realidad sigue siendo terca. La desaceleración parece que es algo cierto. Si tras la salida de la crisis el consumo se colocó en niveles más que prometedores, ahora la demanda parece bajar sin remedio. Los precios de los productos básicos han subido un 1,7 por ciento y el salario medio un 0,1 por ciento. Si esto se termina convirtiendo en tendencia y se mantiene en el tiempo, la economía se verá afectada de forma muy negativa. El consumo interno es uno de los motores de la economía. Y uno de los indicadores que advierten de posibles problemas económicos.

Parece que ni el Gobierno ni sus socios miran esos indicadores. Si lo hicieran no estarían intentando subir los impuestos sin ton ni son y provocando que un posible problema se convierta en realidad.