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Actualizado: 29 ago 2018 / 22:13 h.
  • Imagen de archivo de un coche de la Guardia Civil. / El Correo
    Imagen de archivo de un coche de la Guardia Civil. / El Correo

Un jurado popular enjuiciará a partir del próximo día 21 de septiembre en la Audiencia Provincial de Sevilla a tres hombres acusados de asesinar a un vecino de la capital hispalense desaparecido en la barriada de Rochelambert cuyo cuerpo fue encontrado calcinado en julio de 2016 en el maletero de su propio coche en un descampado próximo a Alcalá de Guadaíra, hechos por los que la Fiscalía reclama para cada acusado 36 años de cárcel.

El Ministerio Público solicita para cada uno de los tres acusados 25 años de prisión por un presunto delito de asesinato, cinco años de cárcel por un delito de detención ilegal, cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia y otros dos años de cárcel por un delito de daños. Asimismo, pide que indemnicen con 113.000 euros a la esposa del fallecido y con 20.000 euros a cada uno de los dos hijos de la pareja.

En su escrito de calificación provisional, la Fiscalía relata que uno de los acusados regentaba en 2016 un negocio de compraventa y taller de motocicletas ubicado en la capital. Según el Ministerio Público, entre mayo y junio de 2016, este encausado se puso de acuerdo con la víctima para realizar un negocio «del que se derivó» que el fallecido le adeudara una suma de dinero que no ha quedado determinada. Así, a finales de junio, el investigado requirió «reiteradamente» al fallecido el pago de la deuda, pero como este «no la hacía efectiva, decidió que iba a cobrarla utilizando la violencia», para lo que «se concertó» con los otros dos acusados.

Uno de los acusados citó a la víctima el 5 de julio de 2016 para que acudiese al citado negocio, una vez allí se condujo a la víctima hasta su domicilio, donde esperaban los otros dos acusados. Según la Fiscalía, los tres encausados «redujeron» al finado y lo inmovilizaron. Tras intentar sacar dinero de una tarjeta de crédito sin éxito, los acusados «volvieron a golpear fuertemente» a la víctima –que estaba amordazada y con los brazos y piernas atados a la silla «y por tanto sin posibilidad alguna de defensa»– hasta el punto de golpearle con «la parte roma de un hacha, causándole la muerte». Los acusados «decidieron deshacerse del cadáver», para lo que introdujeron el cuerpo en el vehículo del fallecido y lo trasladaron hasta un descampado próximo a Alcalá, «donde tras rociarlo con el contenido de un bidón de gasolina, le prendieron fuego».