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Actualizado: 11 ago 2018 / 22:24 h.
  • Alarma en Los Alcores por la oleada de robos
    Familiares y amigos del joyero Francisco Cintado introducen su féretro en el interior del coche fúnebre. / Jesús Barrera
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  • Alarma en Los Alcores por la oleada de robos

Tras los últimos sucesos, Los Alcores está en una especie de alerta tensa por el supuesto repunte de robos con violencia que se han venido sucediendo en los cuatro pueblos de la comarca, con especial incidencia en Carmona y Alcalá de Guadaíra. El brutal asesinato del joyero Francisco Cintado, ocurrido en Carmona, cuyos verdugos siguen sin ser detenidos, ha sido la gota que ha colmado un vaso que ya rebosaba. A este brutal crimen se unen los continuos robos sufridos en el municipio y en establecimientos de Alcalá de Guadaíra. Esta situación no han hecho más que cimentar un alarmismo que se extiende entre la población.

Pero, ¿hay realmente una verdadera proliferación de robos con violencia y delitos en la comarca? Con los números en la mano, y aún a pesar de los últimos sucesos relatados, lo que podría destacarse es una bajada de incidencias al respecto. Si se consulta el Portal Estadístico de Criminalidad de la página web del Ministerio del Interior, se plasma una clara tendencia a la baja en cuanto a robos. Según lo publicado, los robos con violencia en la provincia de Sevilla han descendido desde los 1.313 registrados en el primer semestre de 2017, a los 1.132 ocurridos en el mismo periodo de 2018, lo que marcaría un descenso del 13,8 por ciento. Tendencia que se repite en robos en domicilios y establecimientos, donde se registra una bajada de más de dos puntos entre el primer semestre del año pasado y el del año en curso.

Aunque los datos hablan de menos incidentes, el asesinato a golpes de Cintado y la espiral de robos que se han producido en poco tiempo en Carmona ha provocado que la ciudadanía se encuentre en estado de shock.

El brutal modus operandi de una presunta banda extranjera guarda cierta similitud con dos hechos anteriores ocurridos en la localidad y separados por dos años de diferencia. Hace un año fue sorprendida la dueña de una de las confiterías más importantes de la ciudad a la que amordazaron amenazándole con quitarle la vida a su hijo. Mucha violencia, una mujer apaleada que casi muere por los golpes y una persona en libertad provisional.

Un año antes de este grave suceso, las víctimas fueron los padres de Pepe Martínez, conocido en la ciudad por regentar un bar-restaurante en plena plaza de San Fernando. «Entraron en mi casa haciéndose pasar por empleados de Endesa, mi madre les abrió y comenzó el calvario». Dos individuos encapuchados la golpearon y con sus gritos alertó a su marido, que se encontraba en la parte alta de la vivienda. Fue atado a una baranda y se llevaron el botín de los dos restaurantes y la cafetería que la familia posee. «A mi madre casi la matan del golpe que se dieron en la cabeza, y gracias a la pericia de mi padre, que consiguió destaparle la cabeza a uno de los atracadores, ahora está preso», afirma Martínez.

Pero la tarde-noche en la que Cintado fue vilmente asesinado, Carmona vivió un auténtico horror al producirse dos robos, en un horno y en un restaurante. En torno a las 3.40 horas de la madrugada del lunes al martes, una llamada alertó a Carmen Torres y Antonio Huidobro. La compañía de seguridad les avisaba de que había un intruso en el interior de su negocio, el Horno La Nonna. «Ellos ya habían llamado a la Guardia Civil y cuando llegamos ya habían llegado», explica Carmen. El individuo había roto el cristal del escaparate por la esquina inferior, entró hasta el cajón del mostrador y se llevó la recaudación del día anterior. «Anteriormente ya sufrimos un robo, concretamente en mayo, días antes del crimen del comerciante chino». Fue de la misma forma que el martes. «Ya desde entonces no estamos tranquilos e instalamos cámaras y sistema de seguridad que son los que nos avisaron está vez», señala Torres.

Para ella como para Pepe Martínez la seguridad de Carmona «está últimamente fatal, pues esta oleada de robos creo que aquí no se ha vivido nunca», coinciden. Según Carmen, «es por falta de medios, ya que los refuerzos están pedidos por el alcalde [Juan Ávila] desde hace tiempo, pero las leyes no son eficientes. No puede haber gente en la calle con tantas causas pendientes a sus espaldas y estar ahí impunes y delinquiendo». Martínez, sin embargo, añade que a esto hay que remarcar una mala planificación de las patrullas policiales: «Hay noches que ni siquiera la Policía Local pasa por la plaza de San Fernando, centro de la ciudad», y añade que «si hay tres patrullas durante el día y una sola a veces por la noche para todo nuestro término, lo lógico sería que fuera al contrario, ya que los robos casi todos son por la noche», manifiesta.

Juanma García, dueño de la Joyería-Relojería Julio, siente miedo, aunque incide en que «da igual qué tipo de comercio regentes, ya que en nuestro pueblo últimamente se están cometiendo robos en todo tipo de negocios: gasolineras, tiendas de alimentación, un bazar chino, joyerías...». Es tajante: «Nadie debería tener miedo ganándose la vida honradamente, como está ocurriendo ahora en la ciudad».

Cabe incidir en que los tres empresarios consultados recalcan que es necesaria más mano dura con respecto a las leyes, y siguen el hilo conductor del discurso municipal. De hecho, la Junta de Gobierno Local «reconoce y agradece la excelente labor que realizan a diario en Carmona la Policía Local y la Guardia Civil, por su profesionalidad y por el servicio público que prestan a los carmonenses». Sin embargo, «las características geográficas y demográficas de Carmona hacen necesaria la presencia de un mayor número de efectivos de agentes de seguridad en nuestra ciudad», añaden desde el Ayuntamiento.

En este sentido, el equipo de gobierno municipal ha pedido al Gobierno de la nación mediante un escrito la modificación de la tasa de reposición que permita la contratación de más agentes de la Policía Local por parte de las administraciones locales, así como que no se tenga en cuenta para el cómputo de la tasa de Policía Local por habitante a aquellos funcionarios que, por distintas situaciones, hayan pasado a la situación de segunda actividad; el aumento de agentes de la Guardia Civil, tanto a través de la ocupación de aquellas plazas que estén vacantes como con la incorporación de nuevos efectivos, y, por último, que se tenga en consideración las características demográficas, territoriales y geográficas especiales de Carmona para que determinen la ubicación en esta ciudad de una unidad de la Policía Nacional que venga a reforzar los servicios de seguridad que presta la Policía Local y la Guardia Civil –se cedería terreno municipal para su construcción de forma inmediata–. Asimismo, dichos acuerdos han sido trasladados a la Delegación del Gobierno en Andalucía, al Ministerio del Interior y a la Jefatura de la Policía Local de Carmona.

Mientras, en Alcalá de Guadaíra por la última oleada de robos desde que comenzara el verano son muchos los ciudadanos que han denunciado esta situación tanto a las autoridades como en redes sociales. Pese a ello, y tirando de cifras oficiales, la tendencia en este tipo de delitos sería a la baja. La ciudad del Guadaíra sufrió durante el primer semestre de 2018 un total de 29 robos con violencia e intimidación, por los 34 registrados en 2017, lo que supone una bajada del 14,7 por ciento. En cuanto a robos con fuerza en establecimientos, la diferencia entre 2017 y el presente año es de 153 a 114, lo que supone un 25,5 por ciento menos, y en cuanto a robos en domicilios, en 2018 se han registrado hasta 23 casos menos, una bajada del 20,4 por ciento. En cuanto a hurtos, que también bajan, y a sustracción de vehículos, siempre según datos del portal sobre Alcalá de Guadaíra, la bajada es del 43 por ciento.

A pesar de ello, la calle no parece estar en sintonía con las cifras oficiales. El gerente de uno de los establecimientos que han sido atracados en las últimas semanas, y que prefiere no identificarse por miedo a nuevos robos, asegura que «la sensación es un poco de desprotección, se están sucediendo demasiados robos como para pensar que esto pueda ser normal. Necesitamos que se tomen medidas urgentes». Por su parte, la Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA), ha mostrado su preocupación a través de un comunicado en el que explica que «en ningún caso puede considerarse normal que en una ciudad de las dimensiones de Alcalá se hayan producido en un mes cinco atracos con armas a comercios de la ciudad». Este órgano federativo ha analizado al detalle la situación y expresa sus demandas: «Consideramos que es necesario un refuerzo de los efectivos policiales con que cuenta la ciudad», algo en lo que coinciden con las reiteradas peticiones del alcalde de Carmona.

Por su parte, en El Viso del Alcor, a falta de recibir todos los datos oficiales, parece que también se cumple esa tendencia a la baja. Además, tras varios episodios de robos en establecimientos a principios de año (muchos vecinos achacaban a la falta de efectivos policiales), tras un acuerdo del Ayuntamiento y la Policía Local para el refuerzo de los turnos, parece haberse estancado el número de robos, al menos denunciados en la Policía Local y la Guardia Civil. Más o menos lo mismo ocurre en Mairena del Alcor, donde apenas se han registrado menos de una decena de robos denunciados en los últimos meses y por suerte no ha habido que lamentar bajas personales, como ha ocurrido por partida doble en Carmona en lo que va de año.