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Actualizado: 04 sep 2018 / 22:05 h.
  • Brigadas de limpieza en Espartinas ante la desidia municipal
    Una brigada de limpieza trabaja en una plaza pública. / F.C.
  • Brigadas de limpieza en Espartinas ante la desidia municipal
    Un vecino barre una calle de Espartinas. /F.C.

«Tenemos dos opciones: o quejarnos o actuar, y hemos decidido actuar». El vecino de Espartinas Juan Vázquez resume así qué le ha llevado a él y a otros ciudadanos de su pueblo a invertir sus ratos libres en hacer una actividad inusual: limpiar las calles y plazas por las que transitan a diario.

Lo suyo se puede calificar como patrullas de limpieza, y asegura que lo llevan a gala, porque desde que hace unos días se arremangaron y se pusieron manos a la obra. El cambio en muchas de las zonas del pueblo es notable. Por encima de la crítica que este asunto podría suponer, prefieren quedarse con el lado positivo.

Juan –empresario–, María –camarera–, y Óscar, que se gana la vida como especialista de cine, han logrado varias cosas llamativas y que destacan como un ejemplo de que cuando la gente se une se consiguen metas. Han reunido en torno a ellos a una docena de personas que aportan lo que pueden: su trabajo o herramientas.

Aunque aprovechan los momentos que les dejan sus trabajos, la reunión más importante para sacar adelante la idea se produce en la mañana de los sábados. Hace muy poco que ha amanecido cuando ya están reunidos con cubos, escobas o herramientas de jardinería para iniciar la labor. «El pueblo se lo merece y no cuesta trabajo», afirman.

Su situación ha llegado al Defensor del Pueblo Andaluz, que ha instado al Ayuntamiento a explicar si se ha producido una «dejación de funciones» por parte del Consistorio, a instancias de la denuncia de uno de los vecinos. Para todos ellos, la clave es que «el Ayuntamiento no es eficaz a la hora de coordinar las cosas en materia de limpieza o cuidado de jardines», con lo que lo mismo se les puede ver barriendo una calle que podando un seto.

Juan Vázquez sostiene que es una idea que no tiene caducidad y que tiene la firme intención de que cada sábado se repita, incluso cuando llegue el invierno, ampliando la iniciativa incluso a otras zonas del pueblo. «La dejadez del Ayuntamiento existe, pero esto es nuestro, y nosotros tenemos que cuidarlo», espeta para resumir su idea.

Lejos de mostrarse molestos con la actitud de estos vecinos, en el Consistorio no solo afirman que les entienden, sino que apoyan la iniciativa, aunque con el matiz de citar como culpable de la situación actual al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado en el Ayuntamiento en 2012.

Como dato llamativo, en verano solo hay dos trabajadores para limpiar todo el pueblo y tres para parques y jardines. Sin haber cubierto las vacaciones, el resto del año la cifra asciende a 13 –seis operarios de limpieza y siete de parques y jardines–, algo claramente insuficiente en un pueblo que roza los 16.000 habitantes.

La situación la quieren solventar con la contratación de dos empresas que se encargarán de desbroces, entre otras labores, y que comenzó a trabajar el pasado lunes. Los vecinos se toman la contratación como una buena noticia y dicen que se toman un margen para ver si funciona, con la idea de seguir «patrullando» si la situación no mejora.