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Actualizado: 12 ago 2018 / 22:34 h.
  • El hijo de Sebastián Gómez junto al concejal José Manuel Triguero en la notaría de Los Palacios y Villafranca. / Á.R.
    El hijo de Sebastián Gómez junto al concejal José Manuel Triguero en la notaría de Los Palacios y Villafranca. / Á.R.

El Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca, a través de su Concejalía de Agricultura, ha solicitado a Récord Guiness el reconocimiento del que presumiblemente es el racimo de uvas más grande del mundo, uno de la especialidad emparrada que pesó 10 kilos y 180 gramos y con el que el agricultor Sebastián Gómez ganó el célebre concurso de las fiestas patronales el pasado 4 de agosto. La exagerada pieza conmocionó aquella noche al público asistente a la velada en honor de la Virgen de las Nieves, pues jamás se había visto en el pueblo un racimo de uvas que superara los siete kilos, y enseguida fue de dominio público que el Récord Guiness en esa especialidad frutícola lo ostentaba desde 1984 un racimo de 9,4 kilos en la capital de Chile.

Aunque ni el propio dueño, ni sus hijos, habían barajado la posibilidad de presentarse al Récord Guiness, el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IU), que asistía como público al certamen, no dudó de «la importancia que puede tener para nuestro pueblo y nuestra agricultura conseguir un segundo récord de estas características», en alusión al Récord Guiness que ya consiguiera Los Palacios y Villafranca en 2013 al cocinar entre los principales restaurantes de la localidad y con la colaboración de las cooperativas agrícolas la mayor fritada de tomates del mundo, que pesó 2.662 kilos y que desbancó así a la elaborada antes en un pueblo estadounidense.

Aunque existía la duda de que la oficina de Récord Guiness exigiera haber certificado el racimo en la parra, antes de cortarlo, según las informaciones municipales aún se puede presentar el racimo, «aunque nos han pedido datos», ha explicado el edil de Agricultura, Jesús Condán, que ya tuvo la previsión, apenas 48 horas después del concurso, de llevar el racimo a la notaría del pueblo para que un fedatario público certificara su peso que, por cierto, había perdido ya 40 gramos. «Esperamos saber algo en las próximas semanas», ha anunciado Condán.