Eran casi las doce de la madrugada de ayer cuando un cazador furtivo que aún no ha sido identificado –aunque, al parecer, muchos lo conocían– entró en el campo municipal Marismas con su escopeta al hombro, un paquete de munición y ataviado con un casco. Se estaba celebrando uno de los muchos partidos de la segunda jornada del V Maratón Cofrade que organiza la banda de cornetas y tambores Vera Cruz de Los Palacios y Villafranca. Había casi mil personas –incluidos muchos niños– alrededor del terreno de juego, que se divide en tres partes para que se disputen encuentros paralelos. Los primeros que lo vieron se salieron del campo o llamaron a la Policía Local, pero el rumor de que había entrado un tipo con un arma se extendió tan funestamente como el pánico generalizado, así que muchos adultos comenzaron a sacar menores a través de la tapia y otros quisieron forzar una puerta que no era la de emergencia.
Cuando el griterío y la desesperación habían detenido el evento, el furtivo, que venía perseguido por la Guardia Civil desde los muros de la marisma, había saltado ya hacia la barriada colindante, por donde lo persiguió la Policía Local hasta obligarlo a tirar el arma y la munición en el colegio María Auxiliadora. Escapó, aunque, según ha podido saber este periódico, sobre la escopeta consta denuncia de robo en Ayamonte (Huelva).
Allí estaba el concejal de Fiestas, Juan Manuel Bernal Cecilia, que ha agradecido la labor de las Fuerzas de Seguridad y de la Protección Civil, que transmitió «mucha calma». «Todo pasó en un minuto, pero el susto fue grande», asegura. Los partidos se reanudaron una hora después, hasta las cuatro de la madrugada.