Sevilla Este es el barrio más joven de la capital hispalense. Pero ya le asoman las canas, sobre todo en Andalucía Residencial, donde se levantaron los primeros bloques de pisos al abrigo de la autovía de Málaga (A-92) allá por la década de los ochenta. Estas viviendas ya se han poblado de canas y, por tanto, se hacía necesaria un servicio que cubriera la demanda de la tercera edad. Desde hace más de una década estaba proyectado un centro de participación activa de mayores precisamente en este barrio, sobre un suelo que albergó, en su día, el edificio piloto de estas primeras viviendas. Se construyó un edificio de cuatro plantas que se inauguró en 2011, pero su uso se quedó a la mitad, es decir, con dependencias habilitadas para la actividad de las entidades vecinales y para los talleres municipales pero sin un servicio para los mayores del barrio.
Esa demanda se ha retomado más de siete años después, cuando el Consistorio ha aprobado la remodelación de las plantas semisótano y baja del edificio para adaptarlo para albergar este centro de participación activa para mayores, para lo que se requerirá de una inversión de 157.000 euros y un periodo de ejecución de dos meses. Las obras se centrarán en el acondicionamiento de las dos plantas y el entorno del edificio, así como elementos como separaciones que hay que hacer en salas, reforma de los baños y otros pormenores para que, a partir de ahí, la Junta y el Ayuntamiento negocien quién le da uso al espacio, extremo que se está acometiendo de forma paralela a esta reforma.
«Era un compromiso que adquirimos a principio de mandato con los vecinos y, aunque hemos sufrido algunas circunstancias que han retrasado su ejecución, no hay marcha atrás», manifestó la delegada de Participación Ciudadana y del Distrito Este, Adela Castaño. Sus palabras se entienden por la larga espera de los vecinos. El proyecto se inició en tiempos de Alfredo Sánchez Monteseirín, en parte como una fórmula para compensar a unos vecinos, los de Andalucía Residencial, que se habían quedado sin local tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que le impedía utilizar el que era el antiguo edificio piloto como hasta ahora, es decir, como sede vecinal. Posteriormente, el popular Juan Ignacio Zoido no le dio utilidad al inmueble en sus cuatro años de gobierno. En el presente mandato, aunque había buenas palabras, se había sufrido un retraso que llevó a formaciones como IU a reclamar en el pleno el inicio de la actuación. La delegación de Bienestar Social confía en poder dar uso a estas dependencias entre finales de año y principios de 2019.