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Actualizado: 03 ago 2018 / 22:57 h.
  • Un grupo de mujeres se protegen del sol con abanicos. / Jesús Barrera
    Un grupo de mujeres se protegen del sol con abanicos. / Jesús Barrera

Felipe Martín reposa durante la canícula pegado al ventilador que le han regalado sus hijos y que «refresca que da gusto». Suena el teléfono y es María José, su enfermera de Parque Alcosa, que le da un poco de conversación que mitigue, a sus 91 años, su horas en soledad, le pregunta cómo está y, sobre todo, le da una serie de consejos para que el calor, como no salir a la calle en las horas centrales del día, hidratarse bien y pulsar el botón del aparato de teleasistencia que tiene colgado sobre su cuello en caso de una urgencia.

Martín es uno de los 17 pacientes que le hacen un seguimiento en verano en Parque Alcosa o de los 2.064 de la provincia de Sevilla. En Andalucía, un total de 12.437 pacientes están en seguimiento telefónico dentro del plan de prevención de los efectos de las temperaturas excesivas, que se activó desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre. El plan hace especial hincapié en las personas vulnerables, cuyo listado se conoce de carrerilla María José León, enfermera gestora de casos del centro de salud Mercedes Navarro de Alcosa: «menores de cuatro años, mayores de 65 años que viven solas, dependientes, pacientes frágiles que viven solos o con patologías crónicas como diabetes, obesidad o problemas cardiacos o respiratorios». Cada enfermera recibe a diario en su correo electrónico los avisos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y, en función del nivel de alerta, se intensifica las intervenciones, no solo con llamadas telefónicas, sino también con visitas domiciliarias. Tras un julio algo más fresco de lo normal y, por tanto, tranquilo, el mes de agosto ha arrancado con plena actividad. Al son del termómetro, que acumula dos jornadas de alerta naranja, se activa el seguimiento por parte del cuerpo de Enfermería. Este protocolo permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas. Previamente, cuentan con un cribado de los pacientes más frágiles, como el caso de Martín. Su historial, sus problemas de salud o su medicación se incorporan a un portal web al que acceda este equipo.

Junto al seguimiento telefónico que se realiza a través de Salud Responde, también se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor, y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento se realiza también a pacientes tras un alta del hospital.

A todo ello, se une toda las actividades que se desarrollan para aconsejar sobre el calor, más allá de la web de la Consejería de Salud, que ha habilitado el apartado Verano 2018: Cuidados frente al calor. También a través de la app Salud Responde se ofrece esa información. Pero, como no, para los mayores el mejor servicio es el boca a boca. De eso se han encargado este batallón de Enfermería. En el caso de María José León, destaca los talleres desarrollados a principios de verano con la población y de la mano de Cáritas o las charlas en la residencia de Parque Alcosa, donde se impartieron los consejos ya repetidos de evitar las horas de más sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas o mantenerse bien hidratados bebiendo mucha agua.