Observatorios andaluces registran la entrada de una bola de fuego en la atmósfera durante la madrugada

Un asteroide entró bruscamente en la atmósfera terrestre a las 3,51 horas de este lunes, que generó una gran bola de fuego

10 dic 2018 / 18:31 h - Actualizado: 10 dic 2018 / 18:41 h.
"Astronomía","Bola de fuego"
  • Instantánea de la bola de fuego. Meteors
    Instantánea de la bola de fuego. Meteors

El Complejo Astronómico de La Hita, ubicado en La Villa de don Fadrique (Toledo) ha registrado la entrada de una roca procedente de un asteroide entrando bruscamente en la atmósfera terrestre a las 3,51 horas de este lunes, día 10, que generó una gran bola de fuego que ha podido ser vista desde gran parte del país.

El fenómeno ha podido ser grabado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en el Complejo Astronómico de La Hita y en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla. Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto Smart, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar, ha informado el complejo toledano en un comunicado.

El evento ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto Smart, el profesor José María Madiedo de la Universidad de Huelva. Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 86.000 kilómetros por hora sobre la vertical de la provincia de Granada.

Esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una brillante bola de fuego a una altitud de unos 94 kilómetros sobre el este de la citada provincia. Desde allí avanzó en dirección noreste y recorrió una distancia de unos 70 kilómetros en la atmósfera, para finalizar a una altitud de unos 35 kilómetros al oeste de la provincia de Almería.

La gran luminosidad de la bola de fuego permitió que pudiese verse desde más de 500 kilómetros de distancia, motivo por el que pudo ser avistada desde buena parte de España. La roca se destruyó completamente en la atmósfera, sin que ningún fragmento pudiese llegar al suelo.