El análisis fundamental estudia la evolución de los tipos de interés imperantes, así como los tipos de cambio y el estado de los mercados financieros, toda vez que estos factores serán de vital importancia para la empresa cuando ésta necesite financiación externa.
En cuarto lugar, estudia la situación de la economía mundial a fin de poder determinar si ésta se encuentra inmersa en un ciclo de expansión o fuerte crecimiento o en un ciclo recesivo.
Existen, además, otros factores que se tienen en cuenta en el análisis fundamental en función del tipo de empresa y del sector donde ésta opere, como pueden ser las particulares características de la población de un país, sus preferencias de consumo o los conflictos geopolíticos que puedan tener lugar.
Periódicamente las empresas tienen la obligación de elaborar una serie de documentos financieros estándar para reflejar su situación económica. El primero de ellos es el balance de situación donde se detallan los bienes, derechos y obligaciones de la empresa. El segundo, la cuenta de resultados, donde se recogen los ingresos y gastos clasificados según el origen de dichos movimientos. El tercero es el estado de cambios en el patrimonio neto, donde constan los fondos propios de la empresa y su movimiento en el último periodo.
Otro documento es el denominado estado de flujos de efectivo donde se detallan todos movimientos de la cuenta de tesorería clasificados según el origen de dichos movimientos. En último lugar se encuentra la memoria, donde se detalla y aclara la información contenida en los documentos anteriores.
La ley obliga a que la documentación contable de las empresas sea pública para cualquier persona que la desee consultar. Hoy en día suele estar disponible en la página web de cada empresa y también en de la CNMV, en el caso de las cotizadas en bolsa.