Esta cifra tan astronómica es la de los ingresos de las industrias culturales y creativas (ICC) según el trabajo presentado por la Unesco. Más que todos los servicios de telecomunicaciones (1,570 billones de dólares) o mucho más que el PIB de la India (1,900 billones de dólares).
En términos de empleo 29.500.000 puestos de trabajo están en un sector que es igual al uno por ciento de todo el trabajo que existe en el mundo.
Del total del mercado de las industrias culturales y creativas, un poco mas del 30 por ciento corresponde a la Televisión, un 25 por ciento a las artes visuales y 20 por ciento a los periódicos y revistas. Y los tres sectores que más empleo crean: las artes visuales, los libros y la música.
Las industrias culturales y creativas son multipolares, desarrollándose de forma pareja en todas las áreas geográficas. La primera es la zona Asia y Pacífico, impulsada por su gran población y la existencia de grandes compañías de televisión y edición de prensa. Después viene Europa y América del Norte. Y las regiones donde más potencial de crecimiento tienen es América del Sur y Oriente Medio.
Los contenidos culturales y creativos son el motor de la economía digital, aportando casi 200 B $ en ventas e impulsa de forma sustancial la adquisición de dispositivos digitales.
Las industrias culturales y creativas emplean personal joven (15-29 años) y son empresas de reciente creación, dando empleo a un amplio número de mujeres (por ejemplo, en Gran Bretaña la mitad del sector es femenino) y dada la gran cantidad de pequeñas empresa y autónomos los patrones de producción y desarrollo son muy ágiles e innovadores.
Y siento no poder aportarles datos actualizados de la economía de la cultura y la creatividad en Andalucía, pues, tienen que provenir de la cuenta satélite de la cultura que no se actualiza desde el año 2010. Seguir planificando políticas públicas sin información consistente sigue siendo un deporte nacional.