A vueltas con la Madrugada

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28 nov 2017 / 22:55 h - Actualizado: 28 nov 2017 / 21:56 h.
"Cofradías","Fin de pista"

No se trata de que una cofradía vaya por una calle u otra; que cierta hermandad renuncie a supuestos privilegios inveterados o que otra más sacrifique algunos tramos de su itinerario más genuino en aras de un mejor funcionamiento de la jornada. No, el problema no es ése. El asunto es mucho más amplio. Y no puede dejarse exclusivamente en una reunión de hermanos mayores y diputados de gobierno porque trasciende ampliamente de palquillos, horarios y cruces y hasta del ombliguito de ciertas cofradías. El asunto es de mayor calado y amenaza directamente a la línea de flotación de una noche hermosa que hace mucho, mucho tiempo se convirtió en un infierno conocido y evitable.

Se trata de conservar un impresionante legado que empezaba a ser devorado por las circunstancias de una ciudad que se parece poco, poquísimo, a la que alumbró la moderna Semana Santa a caballo del costumbrismo, el romanticismo y, sobre todo, el regionalismo. El boom ochentero de la Semana Santa marcó el final de ese largo periodo de esplendores. Con el 92 –una fecha que marcó tantos antes y después- se inició la desmesura del costal, la música y el mercadeo cofrade. Sevilla reventó de sus moldes para convertirse en una meca de aficionados a la Semana Santa que se lo saben todo pero, ojo, son ajenos a la realidad devocional que representan las imágenes. Ése es el caldo de cultivo en el que se ha cocinado una situación que va más allá de la seguridad callejera o la monserga de los horarios y los cruces. De todos depende.