Rafael Miranda, presidente de Acerinox, tiene confianza en la recuperación del mercado del acero inoxidable, tras un 2015 complejo debido a la caída del precio de las materias primas y la sobrecapacidad del sector.
En un encuentro con medios previo a la junta general de accionistas de la compañía, Miranda indicó que la tendencia es buena y ya se refleja en los pedidos. El níquel, que es la materia prima que supone entre el 50 y el 70 por ciento del precio del acero inoxidable, parece haber tocado mínimos. «La facturación del ejercicio dependerá de cómo se mueva el níquel, que en 2015 marcó sus mínimos de los últimos 13 años, pero este año sí que estaremos en récord históricos de producción», indicó Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox. La compañía ha concluido el primer trimestre de 2016 con un resultado negativo de 8 millones de euros, aunque a partir de marzo se van viendo mejoras.
Sobre las inversiones, este año se aproximan a los 140 millones de euros, aunque más centrados en los mercados desarrollados: Estados Unidos y Europa. Se aplaza la inversión en Bahru (Malasia) hasta que la situación sea más favorable. La instalación, en la que ya se han invertido 680 millones de dólares, requeriría otra cuantía similar para completar los 1.300 millones de dólares totales del proyecto.
Sobre su actuación en China, «se está inundando el mercado de producto (...) hay sobreproducción y caídas de precios. Y si quieres participar en el juego, tienes que participar también en las reglas», apuntó Velázquez.
Acerinox celebró ayer su junta en la que se estaba previsto aprobar un dividendo de 0,45 euros por acción, el nombramiento de PWC como nuevo auditor para los próximos tres ejercicios y algunos cambios en el consejo de administración, como el nombramiento de la directiva de Telefónica Laura Abasolo.
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