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Ahora o nunca

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04 jun 2018 / 20:07 h - Actualizado: 04 jun 2018 / 21:35 h.
"Hispalíneas"

Lo que hace sólo unas semanas parecía utópico –desalojar al PP del gobierno– se ha hecho realidad porque la condena judicial de la corrupción de ese partido ha hecho posible que partidos políticos de muy distinto signo se hayan alineado para que España cambiara de rumbo. Pero no hay que engañarse: ese alineamiento no lo han producido la reforma del sistema de pensiones o la financiación de las autonomías. Ambas cosas –y otras muchas- necesitan solución, pero la actual correlación de fuerzas no es la que pueda encontrarla. El bloque que ha abierto la ventana para que entre aire limpio sólo cumplirá un cometido importante si aborda aquellas cuestiones que pueden seguir uniéndolo y éstas no son otras que la reforma de la Constitución y la del Senado.

Una reforma constitucional que convirtiera España en un Estado Federal y estableciera unas reglas para que cada Comunidad –no sólo una o dos– pudiera celebrar los referéndums, con los objetivos que se consideraran pertinentes para todos, es lo que podría terminar con la demagogia independentista, mientras que la del Senado acabaría con la arbitrariedad del Poder Ejecutivo nacional a la hora de convocar a los gobiernos autonómicos, y con el sistema antidemocrático de que el millón y medio de ciudadanos de Aragón o los dos de Euzkadi tengan la misma representación (cuatro senadores por provincia) que los ocho millones y medio de andaluces o los ocho millones de catalanes. Rajoy siempre se refugió en el «no hay condiciones» para no abordar eso. Ahora puede abordarse. Ahora o nunca. ~