Ahora que queda poco, no te olvides de esto

El ascenso debe cimentar las bases para que no se vuelva a caer en el pozo. Una exigencia y una obligación

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19 may 2015 / 17:08 h - Actualizado: 19 may 2015 / 17:15 h.
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  • Jugadores del Betis celebrando uno de los goles ante el Lugo. / Inma Flores
    Jugadores del Betis celebrando uno de los goles ante el Lugo. / Inma Flores

Cada día que pasa, cada jornada que acaba, el Real Betis Balompié está un paso más cerca de la Primera División. Un retorno tan ansiado como merecido a tenor de los resultados, los números y las sensaciones y que no termina de certificarse matemáticamente. Y es que hasta el destino se ha puesto caprichoso para que el bético no pueda descansar tranquilo. Ganar en Santander podrá servir, o no, depende de lo que hagan otros pero lo cierto es que más pronto que tarde, el Betis volverá al sitio que le corresponde. Quizá por ello el club no quiera un dispendio en la celebración, pues según alguno de los pesos pesados de la entidad, no hay nada que celebrar. No puedo estar más de acuerdo pero me da que va a ser -difícil. A ver quién le dice a los béticos que no celebren algo, y más un ascenso, con las ganas que hay de festejar algo bueno. Pero eso es harina de otro costal, que diría aquel. El menor de los problemas si echamos la vista atrás y analizamos lo que ha sido una temporada cargada de imprevistos y sobre todo, sinsabores. A Dios gracias, ese tiempo parece haberse agotado en Heliópolis donde ya da igual si es el jueves o el domingo, lo importante es que ya está aquí. Los de Mel deben hacer su trabajo, sin más, y esperar. Sí, volver a esperar a lo que hagan otros. Este el sino que parece haberle tocado a los béticos cuya paciencia debe ser una de las mayores virtudes después de todo. Un añito en el infierno y una curita que ha servido de limpieza pero que no debe quedar en el olvido. Es común escuchar a los dirigentes y jugadores aquello de: “éste tiene que ser el último ascenso, no debemos bajar nunca más y para ello se trabaja”. Genial, estupendo, ojalá y no se equivoque quien lo afirma pero para ello, hay que sentar unas bases. No quiero decir con esto que no se esté haciendo, ni mucho menos. Pero sí que sean lo suficientemente sólidas para que no vuelvan a desmoronarse a las primeras de cambio. El Betis, los béticos y esta ciudad merecen no volver a pasar por esto nunca más. Una responsabilidad pero sobre todo un deseo de todos los que un día pensaron en verdiblanco. No olviden nunca ese propósito y lleven este barco al puerto que nunca debió dejar. Esta vez, sólo el Betis, por favor.