La Tostá

Al borde de la locura

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
16 nov 2018 / 08:29 h - Actualizado: 16 nov 2018 / 10:32 h.
"La Tostá"

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En España te roba todo el que puede: el Gobierno, los bancos, las empresas de telefonía móvil... He buscado un teléfono de Movistar para que vengan a casa a arreglar mi fijo y si me descuido me cobran tres euros el minuto. ¡Tres euros, lo que cuesta un pollo en Marcadona! Cuando al fin contacto con el 1004, una computadora me pide que, dependiendo lo que quiera, marque un número o diga qué me pasa. Lo tienes que repetir varias veces porque, por lo que se ve, la máquina no reconoce bien determinados tipos de voces flamencas. La mía está entre la afillá y la aguardientosa de Alosno, tipos Caracol y Paco Toronjo, respectivamente. Total que cuando al fin logro que la computadora se centre en mí, la señora me empieza a dirigir: “Si no tiene línea, marque el 1 o diga el motivo de su llamada”. Lo dices, porque parece más fácil que lo otro, y te insiste, porque no te entiende: “Diga el motivo de su llamada, oiga”. Te empiezas a agobiar con la máquina, y ella se pone también algo nerviosa: “¿Qué le pasa, es sordo? Diga despacio, en el cuatro por arriba, el motivo de su llamada”. Y en vez de al cuatro por arriba le gritas ya al cinco por medio, que es donde cantaba el Gloria los fandangos siderales. Y no hay manera. Lo dejas, y así llevo varios días. Ayer por fin me dijo la dichosa computadora que mi queja ha quedado registrada y que iban a intentar dar línea y ver por qué se me iba internet cada diez minutos viviendo en un pueblo de más de veinte mil habitantes, en el casco urbano. Vas al espejo, te miras y tienes cara de hombre lobo con ganas de comerte crudo a alguien o de romperle la ropa a zarpazos. Sí porque, encima, el director de un banco resulta que me quiere mucho y lleva días ajustándome el tipo de interés de un pequeño préstamo, que comenzó en el 8 y va ya por el 4. Al final acabará llevándome al huerto, aunque le va a costar. Entre la máquina de Movistar y el banquero me han puesto al borde de la locura y estoy por joderlos vivos. España empieza a sacarme de mis casillas.