Amiguetes de país

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18 dic 2016 / 20:13 h - Actualizado: 18 dic 2016 / 20:17 h.
"PP","Mariano Rajoy"

No sé hasta dónde llega el descaro de gente que ha gobernado este país, ni sé hasta dónde vamos a seguir pagando la roncha de las políticas de Aznar y sus sucesores. Me da la impresión de que este PP es una especie de liberalismo de amiguetes que nos están costando demasiado caros. Si alguien cree que la construcción de autopistas radiales en Madrid no tiene nada que ver con la trama putrefacta que se urdió en España en aquellos años, creo que está equivocado. NO es casualidad que las grandes empresas que construyeron esas autopistas coincidan con las que alguien señala con los sobres de la sede de Génova –esos que dicen que Rajoy también cobraba– y que la financiación la encontraran en las Cajas y bancos que presidían los amiguetes de partido y de pupitre. Y esto es menos casual si comprobamos que circulan novecientos vehículos donde decían que circularían veinticuatro mil al día. El descaro es supino y no vale con reconocer que fue un error y que la culpable es la crisis.

Socializar las pérdidas de las grandes empresas es el mayor escarnio político al que he asistido en mi vida. Mal sistema aquel que el beneficio de las grandes empresas forman parte de la buchaca del poder y las pérdidas entran en las carteras de los pobres. Insisto en que es economía de amiguetes, y formar parte de ese reducido grupo es un chollo al alcance de pocos. Hoy les pagamos entre todos más de cinco mil millones de euros y ayer por sus pérdidas bancarias pagábamos más de cincuenta mil millones. Quizás así entendamos por qué mucha gente paga para ser amiguete en este país.