Anatomía de una mesa anónima

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22 jul 2016 / 23:16 h - Actualizado: 22 jul 2016 / 23:18 h.

No ha sido la elección de la mesa de las Cortes Generales, más parecía el montaje de una mesita de camping dominguero de coleguillas. Imposible hacer un comentario de texto transparente, o explicar verídicamente el episodio nacional de lo ocurrido en el Congreso de los Diputados.

Se suponía que los avezados representantes no solo no cometerían más errores, sino que no se volverían a burlar más de la voluntad popular. Pero a la cultura política de salón, o de las cloacas que se parecen mucho, no le importa que las hemerotecas los destrocen, trabajan amasando el estilo del chanchulleo, cultivan el oscurantismo, juegan con los votos como si fueran soldaditos de plomo. Son talibanes del nunca jamás, este PP y su socio C’s han centrado su campaña en el sacrilegio que supone pactar con los que quieren romper España, situándolos como los Lucifer de este país. Hasta hace horas, el primer enemigo de España era el separatismo catalán; y el acuerdo PP y C’s entre otras cosas era para combatirlo, pero ahora ya les sirve para el intercambio de cromos. Y para colmo no solo habían construido ese relato para sus artimañas, sino para guionar a los adversarios políticos, emitiendo críticas mortíferas si otros osaran acercarse a semejantes fuerzas.

Y casualmente ejecutan el pacto del anonimato el 19 de julio, a las 24 horas del 80 aniversario del alzamiento nacional del dictador. Se elige la mesa presidencial con criterios del mejor postor... intercambiando sillones, grupos propios, autorización de más endeudamiento al Gobierno catalán, control del PNV de la BBK, manteniendo su 57 por ciento del banco, amén de edulcorar a los responsables del 3 por ciento y adláteres; y todos estos regalos para los malvados separatistas, nacionalistas, independentistas, extremistas, y todos los istas que les apodan, en definitiva, sus enemigos y requetenemigos de España, con tal de presidir y tener mayoría en la mesa, el precio da igual, siempre es por un puñado de dólares, cuando uno quiebra un principio se abre la veda y ya todo es posible, no son gente de fiar, y esto es prepolítica a lo Groucho Marx.