Hace cuarenta años, en la portada de este periódico se leía Una primera página de la historia de Andalucía que debemos llenar todos con nuestra presencia invitando a salir a las calles a pedir la Autonomía. Hace cuarenta años que la verde, blanca y verde lució por todos los balcones y ventanas volviendo tras siglos de guerra y dictadura bajo el sol de nuestra tierra, pese a que aquel cuatro de diciembre amaneciese plomizo. Ni siquiera hizo falta que saliese el sol, la luz la puso el verde y el blanco sobre el cielo de los miles de andaluces que a los ojos de todos, reivindicamos que Andalucía existía como Nacionalidad Hiistórica, desde las ciudades, los pueblos e incluso desde la nostalgia, entre los emigrantes, donde tanto dolía Andalucía. La gente en la calle no quería la tierra más pobre siendo tan rica, ni la más analfabeta siendo tan culta. La gente quería y aún quiere, una soberanía lejos de intereses partidistas y tópicos. Cuarenta años del asesinato aún a día de hoy impune de Manuel José García Caparrós, cuando una bala le impidió ejercer el derecho de manifestarse y cuarenta años le han pasado a la niña que fui y que aún sigue viendo paredes llenas de carteles, árboles en los alcorques pintados de verdiblanco y entusiasmo general en ese primer esbozo de libertad como argumento de la algarabía colectiva. Era como palpar la esperanza del cambio para nosotros y entre nosotros, pero eso ya lo dijo Carlos Cano, mi esperanza es su bandera, verde, blanca y verde. Que no tengan que pasar otros cuarenta años para reivindicar una Andalucía como la que más, no como las demás. ~