Aquello que ilusionaba

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11 dic 2016 / 18:21 h - Actualizado: 12 dic 2016 / 07:00 h.
"Constitución Española"

Puede ser que la nueva hornada desconozca las condiciones en las que se llevó a cabo la Transición en España. De otra manera no hablarían de régimen y de no sé cuántas chorradas más que escucho al día. No es menos cierto que el cacareado consenso constitucional es hoy una falacia que da pie a que alguien piense en borrón y cuenta nueva, que alguien piense en engaños y traiciones hechas a la nación. Es verdad que no hicimos este camino constitucional para que hoy España sea lo que es, que no hicimos este camino que tanto costó para desdibujar aquella preciosa ilusión que se gestó en torno al 78. Habrá que decirle a la nueva y vieja hornada que aquello lo hizo el empuje del pueblo, que la Transición y su Constitución fue el proceso de una nación que decidió lo posible y gran parte de lo deseable. Y que la adulteración de ‘aquello’ es la adulteración de la ilusión de todo un pueblo que empujaba en el mismo sentido.

Nadie tiene derecho a patrimonializar la Transición, ni la monarquía, ni la política, ni tal o cual partido, de la misma manera que nadie puede arrogarse la propiedad de la Constitución, por muy de acuerdo que estén con ella. Es un insulto al pueblo hablar de partidos constitucionalistas y no constitucionalistas porque ello supone la apropiación de lo que no es suyo. Por eso mismo no pueden los partidos reformar sin refrendar lo que es de todos.

La Constitución es de una nación y si se quiere una reforma tendrá que hacerse con el consenso y el refrendo de todos. Así se montó la España que hace cuarenta años ilusionaba.