Bailando un vals en Viena

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
27 dic 2017 / 23:11 h - Actualizado: 28 dic 2017 / 10:31 h.
"La Tostá"
  • Bailando un vals en Viena

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En España tendemos a sobrevalorar la clase de país que somos o todo lo contrario: a pensar que cualquier otro país es mejor que el nuestro. Tenemos el mejor vino o el peor, el sol más radiante o solo a ratos, la gastronomía más exquisita y completa y, sobre todo, mucho arte, porque cuando Dios derramó la sal divina sobre la tierra nos cayó toda encima a nosotros, de ahí que en los demás países sean tan sosos. Pues no, ni mucho menos. Adoro a España y me chifla Andalucía, pero cuando conozco otros países, otras tierras, me sale la vena autocrítica y veo claramente nuestras carencias en muchas cosas. Las noté nada más aterrizar el pasado martes en el aeropuerto de Sevilla y no me conformo con lo que somos y lo que tenemos. Será que he estado en Viena y he visto una ciudad tan limpia, organizada, empapada de cultura y sensibilidad, que tengo unas enormes ganas de volver. Casi he tocado a Mozart con las manos, bailado un vals de los Strauss y escuchado un poema de Lenau, de su viva voz. Y Silverio Franconetti sigue sin importar nada en Sevilla. En fin, paciencia