¡Buenos días!

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26 jul 2018 / 23:38 h - Actualizado: 26 jul 2018 / 23:12 h.

Hoy la Tierra, mujer caprichosa, siente celos de la luna y se interpondrá entre el sol y la blanca dama originando un eclipse total que se prolongará durante unas cuatro horas. Este fenómeno astrológico ha sido desde la antigüedad un paradigma que no deja de tener sus encantos generándose distintas historias y leyendas al respecto. ¿Qué pensaban nuestros antecesores? Para los nórdicos el Sol y la Luna eran personificados por los hermanos Sol y Mani. Dos hermanos que cruzaban el cielo en carros y decidían la duración de un día, las estaciones del año y escondían a la luna a su antojo. Para los mayas el movimiento de los cuerpos celestes era una forma de comunicación por parte de los dioses, por lo que un eclipse solar era un acontecimiento muy impactante. Ya se empezaron a preocupar en estudiarlos, entenderlos y predecirlos. Para los nativos americanos, el pueblo Navajo, un eclipse solar es un período de tiempo donde el sol se debilita. No comían, ni bebían, ni miraban el cielo porque un eclipse solar seguramente implicará la llegada de una calamidad. Para los coreanos es el rey de un país oscuro mucho más allá de nuestro mundo el que manda robar la luz del sol para llevársela a su tierra. Todas estas teorías se formulan porque ninguno conocieron a la Esperanza Macarena. Ella es la luna, el sol y todas las estrellas del cielo. No hay quien pueda con su refulgencia ni astro que la oculte porque Ella es la luz. Qué sabrá la NASA de la verdad del cielo si no ha pasado nunca por el arco.

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