¿Será este el último fin de semana con temperaturas casi otoñales? Esperemos que sí, porque esto se está haciendo interminable. Ya hay algunos que aprovechando la tesitura. Dicen que con Rajoy el año pasado ya estaban abiertas las piscinas y es que a todo se le saca punta. Los escaparates de las tiendas comparten bañadores con esquijamas y por mucho que nos empeñamos en ponernos los bermudas y las chanclas terminamos con los pies más fríos que el serpentín de El Tremendo. Hoy es domingo y la jornada es la propicia para hacerse un recorrido familiar por aquellos lugares que no sueles fomentar entre semana. Como estamos a primero de mes es un buen momento para ir al Parque Alcosa y hacer unas compras en los fabulosos puestos ambulantes que, desde verduras a zapatos, desde cortinas a perfumes o desde caracoles a trajes de fiesta, puedes encontrar en este macro centro comercial de albero que lleva tantos años al servicio de Sevilla. Hoy me gustaría dedicar el día a estas familias que van llevando a todos los rincones de pueblos y ciudades unos productos que para todos son necesarios, poniendo en juego sus vidas por las carreteras. En Sevilla, por tradición, a estos mercadillos los llamamos los gitanos por ser la mayoría de sus vendedores de esta etnia. Familias luchadoras y trabajadoras que de sol a sol se dejan la piel en los solares destinados a este fin donde las inclemencias del tiempo y la economía hacen a veces que sea aun más costosa esta subsistencia ancestral. Hazme un favor, sé feliz.