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¡Buenos días!

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31 jul 2018 / 22:33 h - Actualizado: 01 ago 2018 / 09:35 h.

Llevamos unos años en los que la llegada de turismo a España viene unida a los desagradables incidentes fruto de los desmadres y abusos. El perfil de este tipo de visitante suele ser del norte de Europa con edades comprendidas entre 20 y 30 años y vienen buscando hacer aquí lo que las leyes de sus países no le permiten, es decir, beber sin control y sin horas, encontrar droga fácilmente, atención médica gratuita y precios baratos para ellos, entre otros. Todo un paraíso para aquel que busca lo que para ellos es diversión. Triste es ver como por el norte llegan chavales despilfarrando dinero en diversión incluso llegando a perder la vida por estupideces con los famosos balconing o comas etílicos mezclados con drogas de diseño y en contrapunto por el sur las pateras abordan las costas de gente que vienen sin un real y llegan a perder la vida huyendo de una vida imposible. Estamos conviviendo con esto y realmente no nos damos cuenta del problema que se esta amasando. España se esta convirtiendo en el país de Europa donde todo vale y esta situación no muy a la larga puede desembocar en un conflicto interno muy grave. Estamos regalando al de afuera lo que para los de aquí no hay, nos esta costando el dinero. La nacionalización masiva de extranjeros está generando bajadas en los costes de mano de obra y por lo tanto empobrecimiento de la población autóctona que no puede competir con aquellos que viven de forma infrahumana para mandar el dinero fuera. Un verdadero desastre. Hazme un favor, sé feliz.