La vida del revés

Bye, bye, 2018. Y Sánchez en La Moncloa

Image
01 ene 2019 / 19:32 h - Actualizado: 01 ene 2019 / 19:43 h.
"La vida del revés"
  • Bye, bye, 2018. Y Sánchez en La Moncloa

Se ha acabado un año más. Hemos escuchado hablar al señor Putin de posibles guerras nucleares; a su buen amigo Trump le hemos visto hacer una cantidad de irresponsabilidades más que inquietantes; asistimos a la negativa de un aborto legal en Argentina que condena a las mujeres de ese país a jugarse la vida utilizando perchas para abortar o acudiendo a personas sin formación ni medios para que les ayuden; seguimos construyendo entre todos una enorme fosa común que se conoce como mar Mediterráneo; seguimos viendo como unos lanzan piedras a otros que disparan sus armas en ese eterno conflicto entre palestinos e israelís (en los enfrentamientos del 30 de marzo perdieron la vida más de 50 palestinos); vimos cómo apuñalaban al que era, todavía, candidato a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro; brutales incendios han asolado zonas amplias del planeta; Aretha Franklin murió (¡que 16 de agosto tan triste!); miles de migrantes centroamericanos intentaban llegar a ese futuro tan deseado que no conseguirán fácilmente mientras Trump siga al frente de Estados Unidos y levante muros vergonzantes; los refugiados rohingyas siguen sufriendo hacinados en campos desastrosos; las mujeres se han movilizado más y mejor que nunca aunque las siguen matando; el Brexit sigue adelante aunque parece una locura mayor cada día que pasa; Kim Jong-un parece que se ha inscrito en un grupo de scouts... Se ha acabado un año más, tan malo como cualquier otro. O tan bueno, depende de cómo se mire.

Aquí seguimos destrozando el planeta, el único que tenemos. Sin pestañear. Aquí seguimos idolatrando el dinero, lo material, la posesión.

Los andaluces han dado un golpe en la mesa. El resto de españoles lo darán en breve, incluidos los catalanes. Pedro Sánchez sigue siendo presidente del Gobierno de España. Este se debió dar un golpe en la cabeza y no sale del trance.

Ha comenzado 2019. Las ilusiones están intactas. El ser humano es así, es capaz de perder todo, de mostrar su cara más amarga, pero dejando el lado de la esperanza y de la ilusión a salvo de cualquier peligro. Tal vez, algún día cambiemos y dejemos de ser tan estúpidos.

Ayer, a las doce en punto de la noche se volvió a producir un hecho que solo ocurre una vez al año y en un momento similar. Todos hacíamos lo mismo, todos sonreíamos, todos pensábamos en ese futuro maravilloso que tanta falta hace. Solo tomando las uvas nos ponemos de acuerdo. O celebrando un gol en la final de la Copa del Mundo de Fútbol.

A ver si este año nos dura un poquito más el entusiasmo. Porque, como seguiremos en nuestras trece, falta nos va a hacer. Entusiasmo, fortuna y calma.

¡Feliz año, queridos!