Hoy me siento sabandeño como aquellos a los que capitanea mi amigo Elfidio Alonso Quintero, los que cantan eternamente Ay Candela, Candela, Candela, si no me abandonas, te pongo dos velas. Velas como las que iluminan la fiesta con la que la Iglesia Católica, según la Ley de Moisés, conmemora el acto de la Purificación de la Virgen María después del parto de Jesús y el de la presentación de éste en el templo.
Por eso, Nuestra Señora fue al templo de San Nicolás, cumplida su cuarentena, con el Niño Jesús en el brazo izquierdo, del que pendía una jaula con dos pichones de Alfalfa para limpiar, con la sangre de su sacrificio, la mancha de su equívoca impureza, portando en su mano derecha una tea encendida con la candela de su bendición, lo que sería el origen -en nuestra religión cristiana- a esta advocación de Candelaria para con la Madre de Dios, como llaman en Almonte, a la Paloma en su nío que entre candelas, su nombre es Candelaria Rocío, igual que en la Macarena convierten a su Esperanza en Candelaria morena, Matriarca de sus casas. La fragua enciende candelas entre Santiago y Santa Ana, y en Pureza la proclaman Candelaria de Triana, O de Esperanza, Candela de oraciones cigarreras y Estrella de viva llama, que San Gonzalo ilumina a su Salud tan divina con Candelarias cristianas.
San Bernardo, su Refugio lo alumbra con alamares y luces de sus toreros, y en la Calzada, María es Candelaria encendía de Palomita en su vuelo, Encarnación, Dulce Nombre de Angustia Caracolera, mimbre, bronce y bulería pa’ la Gitana María, Candelaria corralera. Si en San Lorenzo, Solita, es Candela de hermosura, otra Soledad bonita es Candelaria solita allá en San Buenaventura. Candelas de Soledades de Servita Candelaria, candelería de cantares, de oraciones y plegarias para esta Virgen morena que Andalucía venera con sus ofrendas diarias, lo mismo de Peregrina cruzando campos y sierras que en un pesebre de amores donde nace entre Cantores, el Redentor de la tierra... Da igual vestida de hebrea que de Divina Pastora, bajo palio, junto al fuego, Ella es Rosario de Aurora, Asunción corredentora a hombros de costaleros. Ella es Guía de nuestros pasos, Ella es candela encendida de nuestros fieles senderos... ¡Que Señora tan divina, por Dios Padre fue elegida como Reina de los Cielos.