La Tostá

Cantiñas de Juan Marín

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
11 ene 2019 / 11:39 h - Actualizado: 11 ene 2019 / 11:40 h.
"Flamenco","La Tostá"

Con una desaceleración de la economía mundial y grandes empresas amenazando con despidos masivos, menos mal que nos vamos a divertir con esta nueva etapa política en Andalucía que promete grandes momentos y, según dicen, cambios importantes. Se habla de legislatura corta, movida e inestable, y parece que será así sin ninguna duda. Será interesante ver cómo se desenvuelve Susana Díaz en la oposición, ella que está acostumbrada a mandar, el tiempo que la dejen antes de que el sanchismo le corte el cuello o la mande a Bruselas. A todo esto, los flamencos se están preguntando ya qué va a pasar con el arte de lo jondo con este nuevo Gobierno. ¿Se cargará el Instituto Andaluz del Flamenco o solo habrá cambios en su dirección? El otro día me preguntaba un cantaor que si a Santiago Abascal le gustaba el flamenco, quizá pensando ya en un acercamiento a los que pueden dar festivales de verano. "Si le gustan los toros y los caballos, a lo mejor chanela de lo nuestro", me decía el veterano artista. También hay preocupación entre la canalla flamencológica, por lo de las conferencias y cursos. ¿Qué harán ahora los que se pegaron al poder socialista para sacar un dinerito fácil al año hablando de Silverio y La Parrala de Moguer? Toros y flamenco, flamenco y toros, ahí van a estar las subvenciones de la Junta. Los artistas afines al régimen anterior no solo están preocupados, sino asustados, revisando el coplero para no ofender a la derecha y a la ultraderecha. Ya verán cómo algunos/as no tardarán en cambiar de cortijo, como Juan Marín, el de Ciudadanos, que ha ido probando en casi todos los partidos hasta tocar pelo. Ahí lo tienen, de vicepresidente del nuevo Gobierno andaluz, aunque, sinceramente, creo que es de los más sensatos que hay en el tripartito. Como buen sanluqueño, me trae a la memoria una vieja letra de cantiñas, a la que le cambio lo justo para que cuadre:

De Sanlúcar a la Junta
hay un carril,
que lo ha hecho Juan Marín
de ir y venir.