Viéndolas venir

Catetadas

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Álvaro Romero @aromerobernal1
16 jun 2019 / 10:20 h - Actualizado: 16 jun 2019 / 11:22 h.
"Viéndolas venir"
  • Catetadas

Hay acontecimientos privados que devienen en públicos como metáforas en toda su impureza de la falta de gusto generalizada, de la esclavitud del parné sin estilo y del peloteo institucional sin razón. Sacrosanta vulgaridad a la que rendir pleitesía.

Y a uno lo sorprende no ya la doble sino la quíntuple vara de medir de quienes tienen a diario la sartén por el mango contra la masa que ayer se dejaba empujar contra las vallas públicas para una fiesta privada que necesitaba, sin embargo, de lo público, de la publicidad, del asombro publicado para ser, para seguir siendo.

A uno lo sorprende la relajación de caras por lo general tan adustas que ayer incluso sonreían babosas y complacientes ante el espectáculo que en otro caso cualquiera hubieran censurado: caras antipáticas en la Catedral mojigata, en el Ayuntamiento normativo, en la taxativa dirección del tráfico, transmutadas en simpáticas solo por la conciencia de que los protagonistas debían de tener dinero. Basta la imaginación para despertar la fantasía que, a su vez, activa no sé qué glándula en el sistema nervioso de personalidades desprovistas de personalidad.

Estas excepcionalidades bastan para que se caigan como castillos de naipes los valores que en una sociedad que se llama a sí misma moderna intentamos inculcar en nuestros hijos: que todas las personas valen lo mismo, que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y obligaciones, que la administración trata por igual a todos los administrados, que lo importante no es la imagen sino el interior, que la Iglesia subraya que Dios no mira en el bolsillo de sus fieles sino en sus corazones, que el amor es ciego, que el derroche es antiético y antiestético, que solo la cultura nos hace libres, que a los niños hay que inculcarles la vocación de servicio al otro, el juego limpio y el trabajo honesto para un salario proporcional, que los niños y las niñas son iguales, que el futuro que esperamos de ellos pasa por el emprendimiento y la innovación...

Hay días en que todo se convierte en papel mojado de discurso político aguado mientras hacemos zapping.