Ciencias club de rugby

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01 jun 2016 / 19:05 h - Actualizado: 01 jun 2016 / 19:07 h.
"Deportes","Rugby","Ciencias Rugby","Habla, Sevilla"

El Ciencias Club de Rugby (así se denominaba en su fundación allá por 1972) –hoy con el inestimable patrocinio de la Fundación Cajasol– logró hace pocos días, al término de una prórroga de las que dejan huella, regresar a División de Honor dos años después de su último descenso.

Por un instante, dicho éxito logró colarse en los medios de comunicación siendo una gran noticia deportiva. Y es que cuando el rugby es el sexto deporte nacional (con poco más de 28.000 licencias), tras el fútbol (875.000), baloncesto (355.000), balonmano (92.000) y voleibol (61.000) hace más importante –si cabe– el logro obtenido.

Todo salió soñado si me permite el lector la expresión, ya que encima fueron más de 5.000 las personas que se dieron cita en el Estadio de la Cartuja para tal acontecimiento deportivo; ello ha provocado sin duda que este deporte (de los más nobles que existen) haya cogido impulso. Impulso necesario para seguir –sin prisa pero sin pausa– acogiendo adeptos y sumando seguidores.

Por encima del deporte en sí, como sevillano me siento orgulloso de ver en la categoría más alta que existe al Ciencias, defendiendo desde hace más de tres décadas el deporte y representando la ciudad que lo vio nacer.

Sólo me queda felicitar a los jugadores por el ascenso, pero sobre todos felicitarnos los sevillanos. Ahora tengo el deseo y la reivindicación –con estas líneas– de que las autoridades traten al Club como se merece, con actos institucionales como si de fútbol o baloncesto se tratase.

Sólo con reconocimientos institucionales y hablando de los éxitos deportivos puede el rugby pelear un espacio en Sevilla dentro del deporte, con la dificultad que ello supone ante la ciudad tan futbolera que tenemos. Sólo así se puede seguir viviendo y sólo así los patrocinios pueden seguir vigentes. Mientras tanto, ¡sé feliz!