Cifuentes y la hidratación

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25 abr 2018 / 12:10 h - Actualizado: 25 abr 2018 / 12:12 h.
"PP","Corrupción","Cristina Cifuentes"

No había peor forma de acabar. El Partido Popular que creía representar la sabiduría en la gestión, las buenas formas, las titulaciones exquisitas, y que pensaba tener entre sus filas a esos políticos que ya tenían su forma de vida estructurada antes de llegar a sus cargos públicos, descubre que el final se dibuja en un video cutre, grabado en un espacio cutre, localizado en un barrio obrero de Madrid, y que muestra un robo cutre, cutre, cutre. Todo más propio de pobres acostumbrados a vivir al límite que de la mujer llamada a regenerar la política en democracia. Ahora sabemos que Cifuentes estaba muy interesada en regenerar su cutis gratuitamente. Poco más.

Afanar unas lociones no es gran cosa si lo hace un adolescente que quiere quedarse con la tela que le han dado sus padres para comprarlas. Se le castiga, se le explica el problema y asunto resuelto en un buen porcentaje de los casos. Pero si es Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, la cosa es mucho más transcendente. ¿Cómo explicamos a los ciudadanos que una raterilla cualquiera gobierna su Comunidad Autónoma? Estamos acostumbrados a explicar robos y malversaciones millonarias. Pero explicar que una señora con un máster tan famosísimo es capaz de robar productos valorados en cinco o seis euros es mucho más complejo.

¿Qué valores quedan intactos si esto que hizo Cifuentes queda impune? Corremos el peligro de avalanchas en los supermercados de todo el país protagonizado por personas necesitadas de mejorar su aspecto físico.

Estaba claro que después de lo del master llegarían más cosas, estos escándalos se preparan siempre de la misma forma: por entregas. Lo que quedaba por saber era si, sea quien sea que esté detrás de la filtración, iba a tener compasión o si el grado de crueldad iba a llegar a extremos que impidiesen, al menos una retirada digna, ahora sabemos que no, que el escenario preparado era el peor de los posibles si la señora Cifuentes no cedía a la primera y dimitía.

Adiós, señora Cifuentes, adiós. Espero que le pille hidratada, al menos.