Ahora que el buen tiempo se convierte en noches donde apetece estar en la calle y dadas las facilidades para las proyecciones publicas, es posible hacerlas al aire libre: un lector de DVD, un proyector que medio se vea y una pared o, si existen posibles, una pantalla profesional. Son múltiples los ayuntamientos que realizan este tipo de actuaciones de ocio. En Málaga son 121 las previstas y en Sevilla serán al menos 16 por el Distrito Sur. En el resto de Andalucía no podemos saber, aunque profesionales de la exhibición apuntan que serán entre 1.000 y 2.000 la que se realizarán en este tiempo. Bienvenido sea que los municipios relancen estas actividades.
Pero toda proyección tiene su reglamentación y no me refiero a la local de ocupación del espacio público, sino aquella especifica por las exhibición de cine por parte de los entes locales. La ley del Cine dice que «las Administraciones Públicas que efectúen proyecciones cinematográficas gratuitas o con precio simbólico, no incluirán en su programación películas de una antigüedad inferior a 12 meses desde su estreno en salas de exhibición, salvo en los casos en que (...) se comunique a dichas Administraciones que no existe un perjuicio en su actividad comercial», artículo 15.4. Este punto está claro: con menos de un año se pide un informe a las asociaciones profesionales acreditadas en Andalucía. Aunque esto solo resuelve una parte del problema. Si la película que deseamos proyectar tiene menos de 70 años hay que pedir permiso al propietario o gestor de los derechos. Es fácil saber esto consultando la base de datos de películas calificadas del MECD para adquirir derechos de explotación. Que tienen un coste variable según el número de las proyecciones que se vayan a realizar, necesidad o no de enviar el soporte de proyección, etc. Sin esta adquisición de derecho también es ilegal la proyección.
Existe otra fórmula para proyectar desde un copia en Blue Ray o DVD abonando una licencia especial para realizar una proyección pública. Se puede contactar con la entidad EGEDA o la empresa MPLC. Queda aun el comunicar a la SGAE para convenir con ellos el pago de los derechos de autores correspondientes. Cumpliendo estas obligaciones podemos estar seguros que la proyección realizada es legal y así evitar que ninguna entidad pública coopere con la piratería. ¡Ahora a disfrutar!