En estos días previos al inicio del Mercado Europeo de Cine (EFM) en Berlín se suelen dar a conocer los datos de la industria que realiza el Observatorio Audiovisual Europeo.
El más relevante es que la producción de películas entre 2007 y 2016 se elevó a la cantidad de 18.000 filmes y solo en este último año se produjeron 2.124 películas. Los países mas productores fueron Gran Bretaña, Francia, Alemania, España e Italia que aglutinan el 53,6 por ciento del total de producción europea.
Aunque si entramos en el fondo de los datos vemos que en el TOP 10 de la producción, en donde se encuentran Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Italia, Rusia Suiza, Turquía, Holanda, Dinamarca y República Checa la mejor situada es Inglaterra, con el 73 por ciento del total. Lo que tiene una explicación dada la interacción entre Inglaterra y Hollywood a la hora de producir, la potente industria de postproducción inglesa y su sólida presencia de grandes estudios. Casi todas las grandes series de películas de los últimos años, desde El Señor de los Anillos hasta Harry Porter o James Bond tienen sello inglés. El brexit para la industria del cine en Inglaterra tiene un coste previsto de unos 1.500 millones de euros, según los estudios realizados por la industria y puede significar el fin de este liderazgo.
Destaca el estudio el aumento en esto años de la producción de largometrajes documentales que fueron los que aportaron gran parte del crecimiento lo que tiene varias razones tanto creativas como económicas. Los datos recogen los años de la crisis donde en muchas empresas de producción se tuvieron que desarrollar proyectos con menor presupuesto como es el caso de los documentales, aunque se da la paradoja de que son largometrajes que tienen gran dificultades para ser exhibidos en salas comerciales por el escaso interés del público por el género.
Pero si algo demuestran los datos es que las películas europeas que mejor funcionan en el mercado son aquellas que están realizadas en coproducción, ya sea entre países europeos o de estos con terceros. Este modelo de cooperación son el 24,2 por ciento del total de la producidas y recogieron el 50,3 del total de las entradas vendidas en las salas entre todas las europeas con una media de 676.758 ticket vendidos y con unos resultados de tres veces más ingresos que la películas solamente nacionales.
En España en el año 2016 40 de las 254 realizadas fueron coproducciones. En ese periodo las coproducciones internacionales andaluzas no llegaron a la media docena.
Quizás está aquí uno de los asuntos de la estrategia del cine andaluz que la Ley del Cine tiene que analizar con formalidad y desarrollar con recursos: la necesidad de incrementar nuestra participación en la coproducción con países europeos y latinoamericanos.