Circo romano cañí

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31 may 2017 / 07:15 h - Actualizado: 31 may 2017 / 07:17 h.
"La vida del revés"

En España, el fracaso fascina. La atracción que sienten por la humillación más terrible millones de personas que se plantan frente al televisor, para comprobar que echan a un concursante de una casa o que una señorita elige como pareja a un muchacho dejando empantanados a varios, es algo insólito. Acompañan a las expulsiones y a los desamores escarnios públicos que no sé cómo nadie puede aguantar por más dinero que reciban a cambio. Te expulsan, te repudian y te ponen de vuelta y media por el mismo precio.

Todo esto forma parte de la pedagogía que se ha implantado en algunas cadenas de televisión y que han asumido como buena los espectadores. Nos enseñan el chismorreo como forma de relación entre las personas, la venganza como herramienta justa que arregla cualquier diferencia por quítame de aquí esas pajas, el insulto como forma de saludo, el dinero fácil a costa de marcar tu vida con el hierro del linchamiento a precio razonable. Nos enseñan un mundo odioso que cualquiera quiere tener lejos, pero que acepta como parte del entretenimiento. La televisión es el nuevo circo romano. Y los espectadores se erigen como nuevos césares que deciden la cantidad de fama que puede llegar a tener un sujeto.

Lo curioso es que si el individuo es rastrero, maleducado, inculto, chabacano y oscuro, tiene muchas más posibilidades de ganar cantidades improbables de dinero. Un intelectual o un filósofo no son tenidos en cuenta. Esos no merecen la pena. Son capaces de dialogar, de desarrollar un discurso potente e interesante, de abrir mentes. Y eso no se lleva. También fracasan. Pero sin que nadie baje el pulgar, olvidados.