Decía una canción de Mecano que Entre el cielo y el suelo hay algo..., y efectivamente lo había. Y no era algo con tendencia a quedarse calvo, sino una cláusula que se sacaron de la manga los bancos para ganar siempre. Si el euríbor subía, que subiera hasta donde hiciera falta. Pero si bajaba, nos cubrimos las espaldas y ponemos un mínimo exageradamente alto, para que el cliente pague tres casas por el valor de una.
La filosofía de los bancos con los clientes ha sido la que proclamaba el cuarteto de El Peña Tres Notas Musicales: «Señores, vamos a llevarnos bien... lo que haya que llevarse». Y ahora la Justicia Europea les dice a los bancos que se lo llevaron muy bien, y que hay que devolver. Pero devolver hasta unos extremos que lo de la Niña del Exorcista era hipo.
Los bancos tienen que ganar dinero, eso está claro, como cualquier otro negocio, pero ya era hora de que alguien les metiera mano en prácticas abusivas. Ya debieron haberles apretado cuando se les rescató, obligándolos a cambio a levantar el pie del cuello de mucha gente que no podía pagar esos abusos. Algunos ya ganamos la batalla en los juzgados y ahora quieren negociar caso por caso. Pues ni caso. Que lo devuelvan todo. El problema de todo esto es que el precio de la vivienda nueva ha subido un 26 por ciento en octubre. Así que volveremos a necesitar dinero y los bancos nos la colarán por otro lado.
Tanto rajar de la Burbuja Inmobiliaria y ya les digo que a vuelta de diez años estaremos igual. Al tiempo. Felices Fiestas.