La Tostá

Columpios inclusivos en Arahal

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
30 jul 2019 / 11:21 h - Actualizado: 30 jul 2019 / 11:24 h.
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Entre noticias falsas o de contenido violento, a veces dan ganas de no leer la prensa por las mañanas, algo que por otra parte es necesario para empezar el día sabiendo lo que ocurre en el mundo. Da miedo encender el ordenador al levantarte porque raro es el día que no hay un crimen por violencia doméstica o de género, alguna mujer asesinada a manos de su ex pareja o un niño a manos de sus padres. El otro día leí una noticia de estas y se referían a la muerte de “un inocente”, algo que no siempre se dice cuando es una mujer, como si la hubiesen matado por ser culpable de algo. Pero otras mañanas te levantas, enciendes el ordenador y te encuentras noticias como la que hoy comento: que Arahal, donde nací, se suma a la lista de pueblos que ya tienen columpios inclusivos. Es decir, ningún niño discapacitado, con algún problema de movilidad, se va a quedar a un lado mientras otros niños se divierten. Estas noticias no salen en los informativos nacionales y son una prueba irrefutable de que el mundo funciona porque hay cosas que se hacen bien y personas que trabajan para que seamos mejores cada día. Lo que me pregunto es por qué hemos tardado tanto tiempo, décadas, siglos, en pensar en estas cosas tan sencillas, como que un niño pueda jugar en un columpio sin sentirse un bicho raro o apartarse porque eso no es para él, como ocurría cuando yo era un niño, o sea, cincuenta años atrás. Un niño con algún problema de movilidad era una criatura marginada socialmente e infeliz. Por no hablar, que es duro, de que casi siempre servían de mofa. Tengo fresca esas estampas de algún niño apartado de los demás por algún problema físico. Niños que tenían apodos relacionados con sus defectos físicos, como El Cojo, El Bizco o El Cuatroojos. Incluso niños que se quedaban fuera de esa gran fiesta que era jugar al fútbol, por las tardes, por ser de la parte más pobre del pueblo. En un país donde los grandes gobernantes están como están, noticias como esta de los columpios inclusivos de Arahal son imprescindibles para seguir creyendo en algo.