Cuentan que una vez le preguntaron a Albert Einstein cuál era la fuerza más poderosa del Universo, y él respondió “el interés compuesto”.
Veamos el poder de tal afirmación en el mundo de las finanzas personales y por qué utilizar esta fuerza puede ayudarnos a duplicar nuestros ahorros.
Uno de los elementos que más nos ayuda a duplicar nuestros ahorros es el factor tiempo. Si disponemos de tiempo podremos ver crecer nuestros ahorros de forma exponencial siempre que apliquemos el interés compuesto.
Si tenemos nuestro dinero en un depósito se nos aplicará un interés simple y en la época actual los intereses son inexistentes.
Las empresas españolas que cotizan en el IBEX ofrecerán una rentabilidad media por dividendo aproximada del 5% para el ejercicio 2019.
Veamos de qué forma podemos beneficiarnos del interés compuesto para duplicar nuestros ahorros.
Ejemplo de rentabilidad a interés simple:
Si disponemos de 10.000 euros y los ponemos a trabajar a interés simple del 5%, estos 10.000 euros nos proporcionarán 500 euros cada año y al cabo de 15 años habremos conseguido 7.500€ de renta, a razón de 500€ al año.
En el caso de que nuestros 10.000€ los hayamos puesto a trabajar al 5% de interés compuesto, veremos cómo los intereses del primer año se sumarán al capital y en el segundo año rentabilizaremos el 5% de 10.500€ lo que nos rentará 525€. En el tercer año tendremos ya un capital de 11.025€ que nos rentarán 551€ y así hasta los 15 años del ejemplo en los que habremos rentabilizado en total 10.789€ que sumados a nuestro capital al inicio que eran 10.000€ se habrán convertido en 20.789€ y habremos conseguido duplicar nuestros ahorros.
Existe una forma sencilla de calcular el tiempo que necesitamos para duplicar nuestros ahorros: se trata de la regla del 72. Esta regla consiste en dividir 72 entre el interés compuesto y obtendremos el número de años que necesitamos para duplicar nuestros ahorros.
Ejemplo: Si utilizamos los mismos datos anteriores y dividimos 72 entre 5% veremos que duplicaremos nuestros ahorros en 14,4 años.
Otra forma de utilizar la fórmula es saber el tiempo que necesitamos para duplicar nuestros ahorros y calcular el tipo de interés que necesitamos obtener.
Ejemplo: Si dividimos 72 entre 14,4 años veremos que necesitamos un interés compuesto del 5% para duplicar nuestros ahorros.
Pero, ¿existen productos actualmente que nos renten un 5% anual? La respuesta es sí. Por ejemplo las empresas que cotizan en el IBEX ofrecen una rentabilidad media del 5%, tal como he mencionado más arriba. También existen productos financieros que nos pueden ofrecer una rentabilidad incluso mayor.