Este artículo esta titulado con el nombre en plural de una mujer porque quiero escribir más que de alguien en concreto, que también, quiero hacerlo de una raza específica de persona, de un carácter, de una forma de ser que todos los partidos políticos, asociaciones, instituciones públicas o privadas gozan, han gozado, han tenido o tienen.
Dentro del Partido Popular ella es Concha Sainz. Hace poco que nos dejó, no sin antes recibir el reconocimiento de todos los partidos políticos hacia su persona con el bello detalle de otorgarle una calle que llevará su nombre. Esa calle representará una forma de entender la vida, de luchar por sus ideas contra viento y marea, una forma de ser basada en ofrecerse siempre.
La década de los 80, principio de los años 90 era una etapa especialmente compleja para los militantes de Alianza Popular, donde realmente había que tener mucha convicción para pertenecer a un partido muy minoritario, donde declarar abiertamente una persona «yo soy de Alianza Popular» no estaba al alcance de cualquiera, y entre esas personas estaba Concha, con su carácter, valentía, pundonor y constancia.
Recuerdo que un día le pregunté por qué no aceptaba ser concejal del Ayuntamiento de Sevilla ante la persistencia del partido, a lo que ella me dijo «Yo sé dónde puedo hacer mejor mi trabajo, ser más efectiva. Si todos hiciéramos lo mismo ganaríamos antes las elecciones». ¡Cuánta razón y cuánto sentido común! Vivió por y para el Partido Popular, su Partido Popular.
Al final uno llega a la conclusión, pero sobre todo al convencimiento que las Conchas Sainzs no son de este tiempo, esa madera, esa pasta con la que estaban hechas estas personas cada vez se fabrica menos...
Gracias a ellas por todo los que hemos aprendido bajo su abrigo. Mientras tanto, ¡sé feliz!