Pasa la vida

Consenso sobre el Bachillerato Internacional

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
25 feb 2019 / 08:15 h - Actualizado: 25 feb 2019 / 08:18 h.
"Pasa la vida"
  • Consenso sobre el Bachillerato Internacional

Ha pasado más desapercibido de lo que se merece. Es tan fuerte la ventolera de la crispación política, con tanta gente a la caza y captura de cualquier ocurrencia o desliz para intentar convertirlo en humo de polémica, que se torna más difícil hacer ver un filón de consenso. Hablemos de Andalucía. El nuevo consejero de Educación del Gobierno autonómico, Javier Imbroda, ex entrenador de baloncesto del Maristas malagueño, del Caja San Fernando sevillano y de la selección española, se ha apuntado un triple con tiro libre adicional al acudir en Sevilla al Instituto de Secundaria Martínez Montañés, garantizarle a su equipo docente que se mantendrá el programa de Bachillerato Internacional que imparten desde 1989, en riesgo porque el anterior equipo político de la Consejería quería suprimirlo. Y de rebote prometer que en la presente legislatura se marca como objetivo tener al menos un instituto público en cada capital andaluza con semejante oferta educativa.

Veámoslo con perspectiva ponderada y desapasionada. Imbroda, que formaba parte de la candidatura de Ciudadanos al Parlamento andaluz, y ahora además está en el Gobierno de coalición que preside Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), hace suya una iniciativa que a mediados de los años ochenta impulsaron políticos y profesores en la órbita del PSOE, porque lo consideraban un avance progresista: ofrecer excelencia a los mejores estudiantes adolescentes para potenciar su talento y apoyar su capacidad de esfuerzo, fuera cual fuera la capacidad adquisitiva y el origen de sus familias. La Educación como ascensor social y garante de la igualdad de oportunidades. Paradójicamente, las siguientes promociones de políticos socialistas no extendieron a las demás provincias andaluzas la exitosa experiencia piloto del IES Martínez Montañés, cuyos profesores habían acrecentado su nivel para homologarse a las exigencias de la organización que regula el Bachillerato Internacional. Y en lugar de ser el ejemplo a seguir, lo consideraron una excentricidad dentro del sistema público.

Insto a todos los grupos parlamentarios a respaldar la iniciativa, porque es buena para los mejores estudiantes en las ocho provincias. Y que le hagan exigente marcaje al cumplimiento de la promesa de Imbroda cuando se presenten los presupuestos en la Cámara autonómica. Tanto defensa en zona (con perspectiva andaluza) como al hombre (expectativas en Huelva, Almería, Jaén,...). Y siéntanse todos padres y madres de una juventud tan necesitada de más posibilidades para prosperar en un mundo donde el Bachillerato Internacional, obviamente, no es ni de derechas ni de izquierdas.