Corporativismo de vísperas

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26 feb 2018 / 23:38 h - Actualizado: 26 feb 2018 / 23:39 h.
"Cuaresma"

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Sigo a vueltas con la feliz y emotiva resaca del Viacrucis de las Cofradías que hace ahora una semana presidía en la Santa Iglesia Catedral la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato, titular de la hermandad de Torreblanca. Y lo de la emoción no es gratuito ni invención mía, que pude vivirlo en mis propias carnes al día siguiente de esa primera gran cita pública de la Cuaresma sevillana durante la emisión del programa cofradiero de Radio Sevilla (Cadena SER), Cruz de Guía. Buscábamos reacciones tras el cúmulo de vivencias y las encontramos en la persona del hermano mayor de Torreblanca, José Manuel Romana; en un histórico de la cofradía del Sábado de Pasión como es el bueno de Manolo Santizo y en quien, a buen seguro, lo vivió todo con una especial responsabilidad y me estoy refiriendo a José Carlos Campos Jiménez, delegado en el Consejo de Cofradías de las hermandades del Viernes de Dolores y Sábado de Pasión, que a ellas nos referimos con ese término que tan poco les gusta de «Vísperas» pero que tanto aclara el panorama. Repasaba en su relato José Carlos Campos su particular película del Viacrucis cuando su voz entrecortada derivó en un llanto que, al menos para mí, significaba mucho. Significaba el triunfo sobre la Sevilla más rancia, de esa otra Sevilla, la de los barrios de la periferia, que saben vivir con idéntica pureza esas tradiciones de nuestro calendario. Significaba la equiparación de esas hermandades que cuentan sus años de historia por décadas con aquellas otras que hacen lo propio por siglos. Significaba que desde la humildad se pueden alcanzar y con nota esos objetivos que ponen sobre el tapete los supuestos guardianes de lo ortodoxo y que ellos entienden inalcanzables para quienes consideran «plebe» cofradiera. Significaba la lección que dictaron una hermandad y un barrio como el de Torreblanca arropando a su Señor Cautivo en las calles del centro de la ciudad para que nunca se viera solo. Y significaba ese instante para la historia en que las hermandades de Vísperas pudieron decir al unísono, como si de una sola hermandad se tratara, que ellas también son Semana Santa de Sevilla. Desde el Cristo de la Corona a La Milagrosa, pasando por Padre Pío, Bellavista, Pino Montano, La Misión, Pasión y Muerte, Divino Perdón y San José Obrero, todas fueron ese día Cautivo de Torreblanca.