Cristo vive

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23 dic 2017 / 19:10 h - Actualizado: 23 dic 2017 / 22:20 h.
"La trastienda hispalense"

Ni mi fervorosa incondicionalidad por Baroja y Benavente, Azorín y Machado, Inclán, Unamuno y Pidal, conmovió al gordo de Navidad para que llamara a mi puerta y me cantaran las voces angelicales de los niños de San Ildefonso, capela de gloria bendita, a la velocidad con que se dispara la noticia por todo el país y al son con el que el griterío de los afortunados danza sobre los cinco dígitos mágicos de sus vidas. Cinco números de bendiciones, pentágono de sueños, pentagrama de emociones, como el del Padrenuestro que Cantores de Híspalis rezaron ante el Cristo de la Expiración del Museo, el pasado miércoles, para anunciar a la humanidad que Cristo vive.

Cinco continentes de fe, tras los pasos del Rey de los Cielos, cinco sentíos puestos al servicio de mi nueva aventura, Cristo. Pasión y Esperanza, cinco dedos de mi mano derecha sobre la estrella que señala, en Belén, el pesebre encantado, la teta inmaculada, la nana celestial y el sonajero de un niño al que, con la venia de Manuel Torre, la Niña de la Puebla y Manuel López Farfán, he querido dedicar una nueva exaltación de la bienaventuranza de su Nacimiento, porque mientras toda la tierra dormía, la joven María a un niño parió, al que todos llamaban Mesías, Jesús, qué alegría el Hijo de Dios, y el mundo cantó: Aleluya, que al rey de los cielos, lo alumbra el lucero de la salvación.

Un pesebre le sirvió de cuna, y un buey y una mula, le dieron calor, los pastores, con su compañía, Jesús, qué alegría, le dieron amor, y el mundo cantó: Aleluya, que al rey de los cielos, lo alumbra el lucero de la salvación.

Dios ha nacido, en el Belén que hay en mi corazón, siempre conmigo por los caminos de su pasión. Dios ha nacido, en el Belén que hay en mi corazón, y es mi destino, seguir al Gran Poder de su amor.

En los pueblos de mi Andalucía, los campanilleros, por la madrugá, me despiertan con sus campanillas, gracia y salero, guitarras y panderos, que anuncian que ya es Navidad... Y en la plaza se escucha un cantar de esperanza, de fe y de alegría, Virgen morena, palio de noche buena y el mundo clama por la paz.

Felices Pascuas, Sevilla. ~