Cualificación profesional y empleabilidad

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22 jul 2016 / 23:20 h - Actualizado: 22 jul 2016 / 23:21 h.

Los datos evidencian la existencia de un mayor riesgo de desempleo en personas con estudios primarios incompletos y completos que con secundarios y postsecundarios. El dato del año 2016 respecto al 2015 arroja una reducción mayor en personas con estudios secundarios, concretamente un 10,3 por ciento, y con estudios postsecundarios, un 8,7 por ciento. Siendo menor en las personas con estudios primarios incompletos y completos, 6 por ciento y 7,7 por ciento respectivamente. Lo que sugiere que la relación entre cualificaciones y competencias es importante en el desarrollo de la empleabilidad, y las personas con cualificaciones media-alta tienen más oportunidades de encontrar empleo que las de inferior cualificación. Aún cuando se puedan dar casos en que estas personas ocupen puestos que no les corresponde respecto a su nivel de estudios alcanzado, situación que debe evitarse por diversos motivos: por la frustración que causa a las personas afectadas y porque ocasiona una ausencia de evolución debido a una infrautilización de las potenciales de la persona, y de las expectativas de quien emplea. En definitiva, ocasiona un problema para la sociedad en su conjunto.

Es necesario seguir impulsando acciones que tiendan a reducir el peso del número de personas con escasa cualificación y a incrementar las competencias, de manera que encontremos un crecimiento sostenido. Medidas que vayan encaminadas a los colectivos más vulnerables, y les permitan mantener y adquirir competencias. Y otras orientadas al aprovechamiento del potencial de la cualificación existente, propiciando una mejor adaptación de las competencias a los puestos de trabajo, y evitar desajustes y desequilibrios, asegurando que los recursos humanos que tenemos den respuestas adecuadas a las necesidades futuras del desarrollo empresarial.

Acciones dirigidas para paliar la desigualdad en el acceso al empleo, los datos nos muestran que los hombres siguen teniendo más facilidades que las mujeres para incorporarse al mercado laboral, el descenso del paro femenino es menor respecto al de hombres con estudios secundarios y postsecundarios, existiendo una diferencia de 6 y 4 puntos por debajo. Indica que en esta línea hay que implementar de manera contundente acciones adecuadas de desarrollo habilidades, ya juega un papel importante en la reducción de las inequidades en el mercado laboral.

La falta de competencias disminuye seriamente la oportunidad de una persona de conseguir un empleo y un mejor salario. Limitar las competencias implica retrasar el desarrollo e impulso de nuevas formas de organización y producción. Sin las competencias adecuadas las personas se mantienen en sectores residuales de la sociedad, en definitiva paraliza la productividad y el crecimiento económico. Es una evidencia que adquirir nuevas competencias permite tener mejores perspectivas para encontrar un empleo y por lo tanto tener una mejor calidad de vida.