Hay que evitar caer en la tentación de creerse todas las máximas que se atribuyen al mercado, tales como:
«Cuando alguien paga un precio es porque lo vale» o «Los demás inversores están más preparados que yo».
El problema para la correcta valoración del precio de un título cotizado en los mercados bursátiles puede originarse cuando, tras una subida en su cotización, la cual viene precedida de unos mínimos históricos en dicha cotización, el inversor que está interesado en comprar observa que los precios cada vez son superiores y la demanda asume dicha subida, por lo que este inversor interioriza y admite como normales esos nuevos precios al alza, considerando que estarán bien consensuados y convenientemente analizados por los inversores más expertos del mercado.
Esa subida sostenida, y como consecuencia de ello, esas operaciones de compra a mayor precio se siguen ejecutando a lo largo de las siguientes jornadas o semanas, por lo que muchos de los nuevos inversores que compran esas acciones, formando también parte de la nueva burbuja especulativa que se empieza a generar, también asumirán equivocadamente que los anteriores inversores que adquirieron los títulos con anterioridad, realizaron los oportunos estudios y análisis técnicos previos a su adquisición, dando por buenos los últimos precios pagados por aquellos.
Por ello, la respuesta a la pregunta de si los títulos adquiridos valen lo que estamos pagando, la tendremos cuando aprendamos a ser prudentes, disciplinados y ante todo a estar alerta ante los movimientos especulativos que de vez en cuando se llevan a cabo en los mercados bursátiles. ~