Qué bella es Sevilla!... Y qué poco, en muchas ocasiones, se hace por mantener tradiciones o el respeto a unos valores tradicionales. Con ello no quiero decir que se viva en el pasado o anclado en una época que ya pasó, sólo tener un mínimo de tolerancia, de consideración con las creencias o gustos de las personas.
Escribo todo esto ya que una parte importante de nuestra ciudad debe dar una imagen de cara al turismo que nos acompaña durante buena parte del año y estando sucia, donde se tira papeles al suelo o basura, no es el mejor ejemplo, máxime cuando aquel que viene de visita puede imitar y, luego, en valoraciones poner aquello de «ciudad hermosa pero poco limpia», que daña esa «marca» que se trata de exportar fuera de nuestras fronteras.
Igualmente se debe proteger otros ámbitos que cuidan la imagen de Sevilla y que vela por sus tradiciones, un ejemplo de ello es nuestra querida televisión. Esta casa se ha preciado durante años de ofrecer un servicio público de calidad donde se pone, para todo el mundo, a la vieja Híspalis en el escaparate: su Semana Santa o su Feria, o todo aquello que atrae al visitante. Nuevamente encontramos la indefensión ante la injusticia con un corte de señal tan injustificable.
Hablaba con mis mayores y me decían angustiados: «¿Dónde vamos a ver el Martes Santo o el alumbrado de la Feria?», era como si les fueran a quitar algo suyo. Hagamos todos que eso no sea posible y que nuestras autoridades rompan una lanza también por aquella televisión y medio que es salvaguarda de una identidad propia tan relacionada con aquellos que todos amamos: Sevilla.