En esta semana se cumplen los setenta y siete aniversarios de la batalla desarrollada en Dunkerque, que fue el inicio de la coalición entre los países aliados, para derrotar al nazismo cinco años después. Esta guerra significó la reconstrucción de Europa con dinero americano, el Plan Marshall, por ejemplo, y la apertura de las barreras de aranceles entre aquel y este lado del Atlántico.
Para la industria del cine fue crucial, pues en 1946 se firmó el acuerdo Blum-Brynes –el primer expresidente de la República francesa y el segundo Secretario de Estado de USA– por el cual se permitía la casi libre entrada del cine americano y, a cambio, se concedía el perdón de la deuda francesa y se otorgaba un nuevo préstamo de 500 millones de dólares.
Esto tuvo un impacto terrible en el cine francés, que venía siendo líder mundial hasta bien entrada la década de los años 20 del pasado siglo. De aquella situación por la presión de las patronales y los sindicatos nace el CNC (1947) como entidad pública para el fomento de la industria. Es interesante saber que los ingresos del Centro Nacional del Cine (CNC) son una tasa que pagan, especialmente, las películas no europeas, según sus ingresos en salas y los operadores de televisión e internet.
Depende administrativamente del Ministerio de Cultura, pero su consejo es representativo de toda la industria cinematográfica. Y aquí, posiblemente, radica su éxito: integra y apoya a toda la industria del cine.
Esta actuación, por más de setenta años, logró que el cine francés sea un sector fundamental en la economía de la cultura y tenga una presencia internacional de primera magnitud.
Esta historia nos hace comprensible que el cine francés, todo, se levantara contra la presencia en el Festival de Cannes de largometrajes que no se iban a estrenar en cines. Defiende su industria y defiende toda la cadena de valor del cine, pues todas las partes son sustanciales para que el espectáculo siga y, sobre todo, para que la diversidad esté presente en nuestras salas.
El cine está producido para que sea exhibido en salas de cine, lo que vemos en otras pantallas son otra cosa.