El doble atentado contras las iglesias cristianas coptas de Egipto del Domingo de Ramos, el último de un largo calvario, plantea la necesidad de una alianza de religiones por la paz entre las tres grandes confesiones monoteístas del planeta. Hay que empezar a hablar de una gran coalición interreligiosa que trabaje un discurso basado en la inclusión y en el destierro de dicotomías tan letales como la de fiel-infiel.
Por eso, en este contexto mundial trufado de violencia, desconfianza e incertidumbre hay que reconocer y valorar el trabajo que hacen determinadas entidades como la Fundación Cultura de Paz, presidida por Federico Mayor Zaragoza o la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, que desde Sevilla y dirigida por José Manuel Cervera, intentan el diálogo intercultural, el entendimiento entre los pueblos y la alianza de civilizaciones mediante una agenda cultural acertada, oportuna y atractiva.
Nos tenemos que encontrar los de una y otra orilla, los de distintas razas, los de distintas religiones, culturas y civilizaciones... para charlar, conocernos y compartir lo que nos une. Para eso sirven las plataformas de encuentro, como las ya citadas y otras muchas en todos los países, que fomentan el conocimiento mutuo, la comprensión y la lucha contra la ignorancia.
Los retos colectivos tienen que estar avalados por el compromiso individual de intelectuales y artistas como el del compositor y cantante andaluz, Paco Damas, “Músico por la Paz”, que tras sus discos “Que a todas las balas se les haga de noche” y “Miguel Hernández Tristes Guerras”, prepara ahora otro sobre la violencia contra las mujeres.
Combatir el odio que ahora se predica con notable empeño desde demasiadas tribunas es una tarea que nos obliga a un ejercicio permanente de responsabilidad cotidiana en todos los ámbitos: con la familia y los amigos, en el trabajo, en la calle y en las redes sociales.