Del pregón y los frikis

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26 mar 2017 / 17:38 h - Actualizado: 26 mar 2017 / 18:10 h.
"Opinión"

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Tengo un grato concepto del presidente del Consejo de Cofradías, Joaquín Sainz de la Maza, porque a estas alturas de la vida ha demostrado muchas cosas buenas tanto en lo personal como en el mundo de las hermandades. No obstante, le he escuchado decir un par de cosas que me rechinan viniendo de él. Una de ellas hace alusión al pregón de la Semana Santa. Este que les escribe es partidario de una socialización del pregón, de volver a sacar entradas a la venta y de que puedan disfrutarlo en directo otras personas que no son siempre las mismas. Fibes podría ser un buen escenario, porque que duplicaría prácticamente el aforo del Maestranza. Sin embargo, Sainz de la Maza dice que está muy lejos y que los cofrades están acostumbrados a estar por el centro. Tengo clarísimo que si el pregón se traslada aquí se llena, porque no está tan lejos, eso de la distancia es muy relativo; y, además, cuando a uno le interesa un espectáculo, va a Fibes o a donde haga falta. O ¿cuántos sevillanos irían al Falla si tuviesen entradas? Asimismo, y por fortuna, cofrades también hay en Torreblanca, en Ciudad Jardín, en el Cerro, en San Pablo o en Pino Montano... Caemos de nuevo en el error del centralismo. Y, por cierto, para los cofrades que viven en estos barrios, Fibes estás más cerca que el Maestranza. Por otro lado, me quedo perplejo cuando Sainz de la Maza dice que se está produciendo una “mundanización” –palabra no admitida por la Real Academia Española de la Lengua- de la Semana Santa, con esto de que cada tertulia o hermandad organiza sus propios actos, afirmando que estamos llegando a un cierto “frikismo”. Señalaba Romero Murube que “la Semana Santa no morirá nunca mientras haya sevillanos”. Y éstos son también los que se reúnen en tertulias, los que queman incienso a todas horas, los que disfrutan en un bar cofrade viendo vídeos, los que juntan estampitas, los que asisten a los ensayos de las bandas y muestran por Twitter cómo se suspende uno de la Centuria; los que se destrozan los pies viendo besamanos y besapiés; los que tienen en su móvil una marcha como tono de llamada, los que leen diariamente las páginas de cofradías... ¿Quién decide si esto es o no válido? Si todo eso es ser un friki, pues yo me declaro uno de ellos. Eso sí, friki muy sevillano. ~