Del YO-GA a la TO-GA

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21 jul 2019 / 06:00 h - Actualizado: 21 jul 2019 / 06:00 h.
  • Del YO-GA a la TO-GA

Seguramente habrás oído alguna vez aquello de: "Tú qué prefieres, ¿ser feliz o tener razón?", entiéndeme, no es que sean conceptos excluyentes (sé puede estar acertado y ser muy happy) pero, en más de una ocasión, todos nos hemos encontrado en la disyuntiva de "o sigo argumentando para intentar convencer a la otra persona de que estoy en lo cierto (y, por tanto, ella se está equivocando) o, a pesar de saber que, probablemente tengo razón, decido, deliberadamente, sacrificar una pequeña parcela de ego en aras de una convivencia sana..." ¿te suena?

Esto se da especialmente entre parejas y, por supuesto, en los conocidos grupos de whatsapp... Antes de llegar a la explosión mental (cuando el cabreo ya es inevitable), precedida de los disparos de advertencia del "pero, ¿qué me estás contando?", "se te va...", "estoy flipando...", ése es el momento justo en el que debes echar el freno de mano emocional y poner las luces de emergencia mentales porque te estás esperando a tí mismo para poder realizar un trayecto vital... Aquél que te lleva del YO-GA (YO GAno) a la TO-GA (TOdos GAnamos).

La contemplación absurda

Un buen ejemplo de la apuesta por el ego y de adónde te conduce la mentalidad YO-GA (YO GAno) -desde luego, a un destino no muy sano- es el mito de Narciso, un joven de gran encanto físico que rechazó a un buen número de mujeres. Un día, Narciso quedó absorto contemplando su propia imagen en las aguas de un lago, tal fue su obsesión por seguir observándose y alcanzarse a sí mismo que se tiró al agua y murió... En dos palabras: contemplación absurda. Piensa en esta imagen cada vez que sientas que se acerca el momento "explosión mental", porque ese YO-GA (YO GAno) es un caramelo envenenado: bajo la apariencia de un falso bienestar (porque, claro, cuando haces lo que te da la gana, te quedas muy a gusto...) te termina convirtiendo en la viva imagen de la soledad, condenándote a nadar en el mar del aislamiento.

Ten bien presente que la aplicación de ese YO-GA (YO GAno) es profundamente injusta (para ti mismo y para los demás) pues de un plumazo se puede cargar amistades, relaciones, proyectos... Antes de tragarte enterito ese caramelo envenenado, respira y piensa (a priori) en todo lo que se habrá cargado.

Como a la tortilla...

Pues sí, a esta situación también se le puede dar la vuelta. Si sientes que está cercano el instante del caramelo envenenado del YO GAno, deténte un minuto, cierra la boca, abre la mente y tiende tu mano porque entonces estarás rozando con la punta de tus dedos el momento TO-GA (TOdos GAnamos). Es mucho más justo...Piensa, ¿quién se pone la toga? abogados, jueces, doctores, catedráticos... es decir, personas que buscan justicia, personas sabias y con criterio. Pero, claro, al igual que a una buena tortilla, para llegar a la TO-GA (TOdos GAnamos) hay que echarle huevos... Pues es un acto de coraje, valentía e inteligencia no sucumbir al caramelo envenenado del YO-GA (YO GAno), aplicar la necesaria capacidad de discernimiento que selecciona como más valiosa la armonía grupal, la serenidad de una relación, la felicidad de otra persona antes que una sonora palmadita en la propia espalda...

Llegar a la TO-GA (TOdos GAnamos) no significa que cada uno haya conseguido exactamente lo que quería, sino que haciendo gala de una humana cercanía, has sabido leer la situación para generar algún tipo de satisfacción, que nadie sienta que pierde y llenar de sentido la relación... Eso es lo que sucede cuando el otro se siente acogido de corazón.

Ya lo sabes, en la próxima ocasión que se arme el mogollón en tu grupo de whatsapp, respira y recuerda: ¡la TO-GA hay que sacar!