Desamortización 2.0

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14 feb 2017 / 22:57 h - Actualizado: 14 feb 2017 / 22:57 h.
"Fin de pista"

La noticia es conocida. Patrimonio Nacional quiere llevarse de Sevilla –cuestionando la legislación patrimonial– el valioso retablo de la Virgen de los Mareantes de Alejo Fernández que preside el Cuarto del Almirante del Alcázar.

El conflicto de propiedades viene de largo: el Alcázar es propiedad de la ciudad desde la II República aunque su uso privado sigue reservado a la Familia Real. Eso sí: un importante catálogo de obras de arte permanece ligado a Patrimonio Nacional, organismo que gestiona y administra los antiguos bienes de la corona.

Nada incompatible, por otra parte, y que no había ocasionado demasiados problemas hasta ahora. Pero la pretensión de distorsionar la historia material y artística de la histórica estancia palatina nos obliga a refrescar la memoria. El patrimonio de Sevilla nunca ha estado a salvo. En sólo dos siglos anotamos los estragos de la invasión francesa; las desamortizaciones eclesiásticas y la exclaustración; la mal llamada Gloriosa; los incendios de los años 30; la Guerra Civil...

De alguna manera retornamos a ese espíritu desamortizador. Y el lance nos lleva a los vericuetos de la recuperación de algunas de algunas obras robadas por el infausto mariscal Soult que, vueltas al solar patrio, no fueron retornadas a sus legítimos propietarios. La lista, larguísima, incluye los murillos que se quedaron en la Academia de San Fernando o el Prado. Las circunstancias son asombrosamente parecidas. Que pregunten en la Caridad, Santa María la Blanca o la cofradía del Museo... ~